Nunca cuentes tu dinero cuando estés sentado a la mesa
El gobierno se desdibuja como extrema derecha temida y se vuelve un gobierno malo más, bastante desalmado, y con gran tendencia a las irregularidades administrativas. Extras, Insufribles y gorra.
Detrás de la idea de votar a un presidente loco se escondía también la ilusión de que podría resistir los lugares comunes más usuales del poder, como ser sobornado en grande o enriquecerse por su propia creatividad. Que podría ser alguien que simplemente rechazara, con alguno de sus gestos desmesurados, la valija que le dejaran al pie del escritorio, de forma directa, o aquella que sube por efecto de la discrecionalidad de funcionarios que dependen de su autoridad y consentimiento para la trampa, la llamada cadena de la felicidad.
Su verbalizado odio al colectivo de “los políticos ladrones”, exacerbado por la puntualización que hace de ellos, con nombres propios, lo volvían hasta aquí un moralista demente, que es algo peor que un simple moralista, pero que aún así es mejor que un inmoral, al menos para el público, el promedio de la casta que, según su manifiesto, el presidente vino a barrer. Su ascetismo, su amor absoluto a los perros, expresión inequívoca de su misantropía, y la disciplina fiscal, una verdadera locura en Argentina, se alimentaron, entonces, mutuamente. La fórmula decía: porque está loco va a poder esterilizar los pesos, y porque puede esterilizar los pesos, la locura, que nos atemoriza en cualquier vecino, adquiere oportunidad y relevancia política.
Mi conclusión, entonces, sobre el affaire Libra es que el costo más grande para Milei es haber destronado esta idea, y producido la revelación de que este loco tiene algo de vivo, que es otro sátiro de palacio que hace fifty fifty, cincuenta para el público, cincuenta para él. Al ser uno más, y no uno nuevo y distinto, Milei no pierde el poder, pero sí pierde el gran envión original que tenía para las reformas, muchas de difícil digestión, y resiente la paciencia popular para todo el tiempo que la baja de la inflación implique recesión. En suma, bajo el desgaste de los últimos días, más los meses que vendrán como consecuencia de juicios locales e internacionales, nos quedará un ángel con el ala rota, un político común haciendo malabares con el tipo de cambio.
Pero también un sujeto que no compite con nadie. La coalición del déficit sigue enchufada al siglo veinte mientras se fragmenta en más pedazos y en jugadores que no saben realmente qué hacer ni qué decir ante el desafío terminal que impuso el electorado en 2023 y que el panelista Milei, en un giro loco de la historia, agarró en el aire: que se termine de una vez con la inflación, que se establezca un horizonte previsible para la economía familiar y que el Estado, que no responde con servicios de calidad, deje de comerle la billetera con impuestos.
La coalición se cuelga sólo de los flancos débiles, vive un parlamentarismo en loop, buscando herir con la formación de comisiones especiales y con declaraciones cargadas dirigidas hacia el maleducado más grande que se haya sentado en el sillón presidencial. Empate. Milei había representado un gran desafío cognitivo para la élite. ¿Qué es esto que estoy escuchando? ¿Qué son estas pavadas que dice?, ¿qué es esta locura? Un año después sus formas se volvieron el standard. Horacio, el más educadito de todos hasta ahora, ya el otro día le dijo a Javier: “Me hinchaste las pelotas”. Bajó mucho la vara del discurso público, pero esto no arregla nada ni mejora la potencia electoral de los opositores y tiene una ulterioridad más grave: Milei tiene que degradar aún más la institución presidencial para que la provocación no pierda sorpresa.
Con la estafa de Libra se desciende hacia napas no exploradas porque tiene que tapar con retórica el hecho delictivo. Demasiado grande para un chivo expiatorio, pero la guillotina, tan desmesurada en casos insignificantes como la declaración fuera de timing de un funcionario de segunda línea, no la puede usar. Sólo un pañuelo de seda en el cuello de su hermana, la recaudadora, con quien tiene una unión fraguada en los rincones oscuros del siniestro familiar.
Con esta pérdida de valor de Milei los políticos opositores tienen la oportunidad de retomar la pregunta básica que comparten tanto el amor como la representación: “¿qué es lo que tengo que hacer para que me quieran?”. El Javo asume con gran naturalidad el lenguaje carcelario y limitado de los repartidores de empanadas y la mayoría de los políticos creían hasta esta presidencia que debían simular cultura, en caso de que no la tuvieran. Pero entonces empezaron a imitarlo. Ahora, dudan sobre volver o no apresuradamente al campo de la neutralidad valorativa, a un mundo sin adjetivos. La duda y el acto tienen el riesgo de que el público ya no sepa a quién está escuchando. Incluso que las audiencias queden paralizadas por la falta de fuego retórico. Problemas nuevos.
Pero más lejos de afinar quedan cuando ni siquiera pueden representar algo nuevo en los espacios que controlan, como gobiernos provinciales y municipales o universidades. No pueden siquiera hacer la pantomima de estar haciéndolo o de querer hacerlo. Jorge Macri, por caso, no pudo hacer peor contribución a la marca familiar que meter un impuestazo el año en que gravar de más es un pecado mortal.
Ya termino.
Sobre el debate de la prensa que abrió la publinota de Joni Viale con Milei, que no fue menos publinota que cualquier entrevista a un Jefe de Estado, vale el recordatorio de que todos los conductores de tevé tuvieron tarifadas sus mesas y promovieron agendas que empujaron negocios que finalmente les mejoraron el patrimonio y la existencia. Pas grave. El periodismo es parte de la industria del entretenimiento, y la carga moral está impuesta incluso por los mismos que llevan la mochila cargada de chivos porque suponen que el público espera héroes; el cine hace su trabajo mistificador. Pero las masas no esperan nada más que diversión mientras le confirmen sus prejuicios. Viale, sobre quien se puso la lupa para disculpar a todos los demás, dijo el otro día, en su elegía de sí mismo, que él hacía lo que hacía por el rating, y que tenía un show periodístico. De lo más verdadero.
La mayoría de los periodistas de tevé y radio integran redes armadas por empresarios de las relaciones públicas que tienen de clientes a empresas, privadas o públicas, universidades, gobiernos y municipios, a las que les brindan el servicio de asesoramiento, o control de daños, y que son al mismo tiempo socios o patrocinadores de periodistas a quienes les consiguen auspicios para sus programas de radio o tevé, y seguramente también para los modernos streamings. Aquel viejo canal llamado Política y Economía era el ejemplo absoluto de eso: dos tarados, un potus y el auspicio de Movicom. Y eso es de hace treinta años. Cuando no hay crisis, la mayor parte del tiempo, el intermediario se esfuerza por instigarla y apoya la investigación de un periodista sobre un negocio, o adulterio, o lo que esté a mano. A veces ni siquiera tienen que publicar algo, sólo con el llamado y la inquietud, el intermediario avisado por su cliente del inconveniente le dice que se va a ocupar y, con todo el suspenso que puede, detiene la investigación y le dice: “te la paré”.
Este procedimiento, con sus variantes, es la base patrimonial de muchos periodistas de primera línea y de algunos de segunda. Ahora, y especialmente los más jóvenes, hacen unos cuantos mangos más con Instagram, donde venden licuadoras o champúes para la caspa, y los que se multiplicaron exponen a sus hijos que mejoran la escena para el product placement. Dentro de todo, no afecta la ilusión de objetividad como lo hace participar de la otra mesa de dinero.
Cada tanto aparece un genio, como lo fue Mariano Grondona, hoy transitando una larga agonía en Barrio Parque, o Carlos Pagni ahora mismo, que con su talento y genuino interés en los asuntos públicos esconden bien, o mejor, sus intenciones y acciones publicitarias. A todos los demás se les cuela de una manera u otra en cámara Santi Caputo o Alberto Fernández hace dos años. Nadie rebaje a lágrima o reproche, it is what it is.
Insufribles
Todo lo que es Tato Young. Nadie volvió de la muerte hasta ahora para decir tantas boludeces, encadenar tantos lugares comunes sin compasión alguna. El empobrecimiento de la farándula es total y éste periodista, ahora con carnet de resucitado, agrega al conjunto de interpretaciones equivocadas, que ya dominaba con gran solvencia antes de su accidente, una legitimidad inmerecida para ampliar el campo de sus incumbencias.
Las conversaciones de mapadres del primer centimil sobre las diferencias entre ORT Núñez y ORT Yatay. Sé que es muy chiquito, específico, pero repetido hasta el agotamiento en ciertos círculos. Mi tesis: manden a los pibes a un Colegio Nacional, gratis, y que se abran los juegos de la incertidumbre. The future is unwritten.
Las víctimas de viudas negras. De dónde saca convicción un tipo para creer que dos minas se lo van a querer enfiestar, de golpe, una noche cualquiera en la que sale a exponer su soledad a un bar.
Todo lo que es el uso de la voz “tranqui”. Un lugar es tranqui, una mamá es re tranqui, si llego tarde: tranqui. Defunción total del lenguaje para matizar experiencias.
Cabo suelto 1
Llevo dos meses viviendo sin tocar plata, nada, cero. Todo digital, los pagos, las propinas. Más limpio pero menos libre. Todo trazable, el super poder sabe qué quiero, cuándo lo quiero y cuánto lo quiero. La batalla por no ser espiado en mis consumos, de todos modos, ya no la voy a dar porque la lucha contra la llamada pandemia me comió toda la energía contrera que me quedaba. Pero no creo que sea una batalla menor. Mi mensaje a la juventud: un día, muy pronto, querrán terminar con la plata en papel y estaremos a un click de que nos quiten la ciudadanía. Una buena proporción de economía en negro es garantía de libertad. Que no se corte. No nos pongamos polis con los tickets, que fluya la irregularidad, estamos comprando más tiempo sin controles.
Cabo suelto 2
Todo lo que es películas sobre presidentes de Estados Unidos, la CIA, programas secretos que el presidente ignora pero que el deep state controla me vuelven loco, así que me devoré uno detrás de otro los episodios de Hora Cero, en Netflix, con Robert De Niro en el papel principal de ex presidente norteamericano. Lo mejor que puedo decir de la serie es que me dio pena no tener un capitulo más para ver y que voy a extrañar a De Niro, aun cuando sepa que no ha muerto y está en la zona gris de los ochenta años. ¿Recomiendo la serie? No. Pero puestos a perder el tiempo por la razón inevitable que sea, se van a entretener. Bastante mejor es The Agency. Muito melhor.
Muy buena entrevista de la forista Andrea Calamari a la forista Luciana Vázquez.
Preguntas mentales frecuentes que se hacen algunos lectores muy frecuentes:
—Si conozco al autor de la escuela secundaria, facultad, bares, asambleas, cumpleaños, ¿debo apoyar el correo?
—Sí, lo vivido, y su recuerdo, son importantes, y en cierto sentido son también guita, en el sentido de “esto es guita”, como dice Brandoni en Made in Argentina y señala la porción de muzzarella que se va a comer a su regreso exitoso de New York. Pero aquello es conjunto A y esto es conjunto B, y la intersección es nuestra memoria común. Aquella vivencia que nos unió es conjunto A; estos pagos a voluntad por el newsletter son conjunto B.
—Si pasé, o paso, por algunos de sus talleres, ¿puedo apoyar el correo?
—Sí, aquel dinero pagaba el taller, y este apoyo módico sostiene el correo. Son dos contabilidades distintas.
—Si soy colega, ¿corresponde que coopere?
—Sí, el cocinero de una parrilla paga cuando va a comer a otra parrilla. No es que por dedicarte a lo mismo, o a algo parecido, se netea el resultado. Estos apoyos acumulados son mi ingreso posible, como el pago que los colegas reciben por publicar artículos, o actuar en tele, o hablar por radio son el suyo. Esto no tiene otras fuentes. No hay banners de YPF, no hay fondos reservados de la SIDE, no hay un super mecenas. Dependo de los lectores.
—Si soy lector pero al mismo tiempo soy famoso o poderoso, ¿debo colaborar o se interpreta mi participación lectora como canje?
—Puede colaborar.
—¿El autor va a considerar que si pago una suscripción estoy tomando partido por él?, ¿puede pensar que lo quiero?
—Capto el cuadro, puedo prometerle a esa persona que no lo voy a tomar personal, que sé que no es un compromiso con mi self, sino meramente con el producto. y aunque el producto muera conmigo, también en este caso del eventual acompañamiento material, separamos al autor de la obra.
—Si la colaboración afecta el presupuesto de una manera dramática.
—No, no debe colaborar. De hecho me hace sentir bien que los correos sirvan de puente, colchón, balsa para el que está en la lona material o emocional.
Taller Shampoo
Compañeros, quedan dos lugares para el miércoles a las 9 am. Arranca el 5 de marzo. Consultas a tallershampoo@gmail.com
Es improbable que no hayan leído el discurso que Yarden Bibas dedicó en el funeral de su mujer y sus dos hijos, asesinados por HAMAS. Lo comparto. Préparez vos mouchoirs.
Shiri
Recuerdo la primera vez que te dije "mi amor". Fue al comienzo de nuestra relación. Me dijiste que solo te llamara así si estaba seguro de que te amaba, que no lo dijera descuidadamente. No lo dije entonces porque no quería que pensaras que me apresuraba a decir "te amo". Shiri, te confieso ahora que ya te amaba en aquel entonces cuando dije "mi amor". Shiri, te amo y siempre te amaré! Shiri, ¡lo eres todo para mí! Eres la mejor esposa y madre que podría haber. Shiri, eres mi mejor amiga. Mishmish, ¿quién me ayudará a tomar decisiones ahora? ¿Cómo se supone que voy a tomar decisiones sin ti? ¿Recuerdas nuestra última decisión juntos? En la habitación segura, pregunté si debíamos "luchar o rendirnos". Dijiste pelear, así que peleé. Shiri, lamento no haber podido protegerlos a todos. Pienso en todo lo que pasamos juntos: hay tantos recuerdos hermosos. Recuerdo los nacimientos de Ariel y Kfir. Recuerdo los días en que nos sentábamos en casa o en un café, solo nosotros dos, hablando durante horas sobre todo lo que había bajo el sol. Fue maravilloso. Extraño profundamente esos tiempos. Extrañamos profundamente su presencia. Quiero contarles todo lo que está sucediendo en el mundo y aquí en Israel. Shiri, todo el mundo nos conoce y nos ama; no puedes imaginar lo surrealista que es toda esta locura. Shiri, la gente me dice que siempre estarán a mi lado, pero no eres tú. ¡Así que por favor quédate cerca de mí y no vayas muy lejos! Shiri, esto es lo más cerca que he estado de ti desde el 7 de octubre, y no puedo besarte ni abrazarte, ¡y eso me está rompiendo! Shiri, por favor cuídame... Protégeme de las malas decisiones. Protégeme de cosas dañinas y protégeme de mí mismo. Guárdame para que no me hunda en la oscuridad. Mishmish, te amo!
Chuki, Ariel.
Me hiciste padre. Nos transformaste en una familia. Me enseñaste lo que realmente importa en la vida y sobre la responsabilidad. El día que naciste, maduré instantáneamente gracias a ti. Me enseñaste mucho sobre mí y quiero agradecerte. Así que gracias, amado mío. Ariel, espero que no estés enojado conmigo por no haberte protegido adecuadamente y por no estar ahí para ti. Espero que sepas que pensé en ti todos los días, cada minuto. Espero que estés disfrutando del paraíso. Seguro que estás haciendo reír a todos los ángeles con tus chistes tontos e impresiones. Espero que haya muchas mariposas para que puedas observar, tal como lo hiciste durante nuestros picnics. Chuki, ten cuidado al bajar de tu nube para no pisar a Toni... Enséñale a Kfir todas tus impresiones y haz reír a todos allí arriba.
Poopik, kfir.
No pensé que nuestra familia podría ser más perfecta, y luego viniste tú y la hiciste aún más perfecta... Recuerdo tu nacimiento. Recuerdo que durante el parto la partera de repente paró todo, nos asustamos y pensamos que algo andaba mal, pero fue solo para decirnos que teníamos otro pelirrojo. Mamá y yo reímos y nos regocijamos. Trajiste más luz y felicidad a nuestro pequeño hogar. Viniste con tu dulce y cautivadora risa y sonrisa, ¡y me enganché al instante! Era imposible no mordisquearte todo el tiempo. Kfir, lamento no haberte protegido mejor, ¡pero necesito que sepas que te amo profundamente y te extraño muchísimo! Extraño mordisquearte y escuchar tu risa. Extraño nuestros juegos matutinos cuando mamá me pedía que te cuidara antes de ir a trabajar. ¡Aprecié mucho esos pequeños momentos y ahora los extraño más que nunca! Kfir, te amo más en el mundo, ¡siempre en el mundo! Tengo muchas cosas más que contarles a todos, pero las guardaré para cuando estemos solos.
La gorra de nuevo antes del final final
Esteban, me encantan tus correos, pero lo que me subyuga es tu manera de (como vos mismo lo llamas) "pasar la gorra." Ahí tu creatividad es incomparable. Te prometo que nunca más uso "tranqui" aunque me ahorraba muchas palabras. Hasta la próxima!
"Las víctimas de viudas negras. De dónde saca convicción un tipo para creer que dos minas se lo van a querer enfiestar, de golpe, una noche cualquiera en la que sale a exponer su soledad a un bar". Me estallé. Son las únicas víctimas que no son víctimas más que de sí mismos. Y de Bibas... si leo, lloro. Es terrible. Yo era de las idiotas que pensaba que había alguna esperanza.