I have a dream: gana las primarias Patricia Bullrich y después de agradecer a quienes confiaron en ella, y saludar a Horacio “donde quiera que esté”, empieza su discurso más conceptual diciendo “¿recuerdan eso de a todo o nada?” Sii, grita la fanaticada. Y repite como una animadora infantil: “¿¡Recuerdan eso de a TODO O NADA!?”. ¡Siiiiiiii!. “Bueno…, NADA”. Y el salón se viene abajo por la jugada excepcional de subir por derecha y bajar por izquierda y porque los invitados al festejo van a mojar todos igual. Años después, Patricia va a explicar: “si les decía lo que pensaba hacer votaban todos a Larreta”. Como decía Menem, la política es un verdadero aggte. Y él riojano mismo, con el pueblo reventado por la hiperinflación del 89, movilizó los votos con el salariazo y asumió el gobierno con un ministro de Bunge y Born.
Cuando se pone en términos de todo o nada, cualquier alternativa suena a capitulación. Y eso, simplemente, está en la línea de puntos de lo que va a pasar si gana Patricia. Que le digan que capituló en su cruzada purificadora es poco costo al lado de quedar automáticamente impedida de avanzar y con problemas de legitimidad. Puede que no diga “NADA”, por supuesto, pero va a partir diferencias con los extremos y su gobierno se va a parecer bastante al gobierno que los llamados halcones temen, o dicen temer, que haga Larreta, un gobierno que amplíe hacia los cordobeses, con el peronismo no kirchnerista, con una geopolítica tan creativa como de la este gobierno mostrándole el 5g a los chinos y los radares a los gringos, o al revés, y arreglando con las corporaciones chicas y grandes, sin arrasar, sin quebrar, sin que nadie sienta que queda afuera.
Que administre recursos escasos, claro, con el mismo caos sanitario de hoy, comprometida con los laboratorios que se adelantaron financiándola. A lo sumo mantendrá su halconismo cantando Aurora con los Granaderos o mandando a construir más cárceles, el fetiche de su vice Petri, el music hall de cuerpos desnudos, tatuados, rendidos y reunidos en un patio recibiendo baldazos de agua y corriendo luego al trote a los calabozos. Mejorarán ese circo, y otros, de baja conflictividad, hasta donde se pueda y hasta donde les dé el talento a sus publicistas. Pero las calles serán el mismo terreno en conflicto y tensión que es hoy. Nadie va a querer lastimar a un niño y el gobierno que lastime a un niño en la calle se encontrará en pocos días con un infierno. El cepo durará lo menos que se pueda pero todo lo que haga falta.
Contrario a lo que está más vulgarizado, Larreta fue más honesto en sus planteos políticos, el acuerdismo como método y meta y su lado deshonesto apareció cada vez que quiso ser otro y no quien es. Cada vez que quiso romper el decorado burocrático que lo materniza y ser un surfer, un bailarín, un hincha de fútbol descontrolado, cada vez que se comió el menú y mencionó sus debilidades se debilitó más. En ese sentido, Patricia dio menos vergüenza ajena, sólo partió el corazón en su actuada arenga a la periodista santafesina Losada. Es que pensaba que ganaba. Igual que piensa hoy su entorno, que Patricia gana.
Larreta sólo prometió ser esto que es como burócrata, un funcionario reconocido por las horas dedicadas al trabajo, por las reuniones con sus secretarios trotando en los bosques de Palermo, que arrancan a esa hora mágica en que los últimos travestis cuelgan los botines y sale el sol. Vende abstracciones de calidad: encuentro, tranquilidad, paz y, podemos suponer, como destilado de las cosas que dice cuando puede desarrollar un poco, concentrarse en arreglar lentamente la macro, sin romper con los organismos internacionales. Como hará Patricia.
Detrás, o acompañando el derrotero de Larreta, no hay ninguna pasión, lo cual a mí me parece mejor, dado que la única pasión a contener y satisfacer es la de quienes quieren mantener un estado de guerra civil larvada. Es cierto que Larreta puso al ultraliberal mataputos y matachorros José Luis Espert, y a Hotton, en la lista de la provincia de Buenos Aires para el Senado, pero tengo para mí que es más claro el carácter ornamental, tomados de la góndola de excéntricos de derecha, que estos tienen, anticipando el catch all al que estarán obligados Horacio y Patricia si quieren gobernar y durar.
Es posible que un líder genere apatía y desafecto y gane. Le pasó a De la Rúa. “Fuerza” le gritaban a Graciela, y cariño le daban a Chacho; coronó el aburrido. De hecho, lo mejor de mi pálpito o fantasía es que los fanáticos, al estar con Patricia, se quedarán sin reacción, al concretar su giro racional, como si les hicieran un tratamiento de conducto.
El halconismo es, para la mayoría de los dirigentes que lo ejercen, otra impostura más, tan moralizadora como el progresismo punitivo que ataca en todo el mundo a gente de bien que no está dispuesta a secundar ningún catecismo (ver en los extras de hoy), y que se aprovecha en este caso de un deseo original, más o menos inocente, o cínico, de sectores acomodados de la sociedad que quieren que el estado separe (y mejor de lo que lo hacen ellos) el bien del mal, el esfuerzo verdadero del parasitismo. Los extremistas necesitan derramar sangre hasta que nadie joda más y sean ellos los únicos con capacidad de joder a los demás acomodando las camionetas donde les quede mejor, eventualmente en 45 grados en la 9 de Julio. Sin recursos estatales, con alguna minoría Patricia se tenía que apalancar para subir y lo hizo con ésta que por su lugar de clase y predisposición emocional es muy activa en redes sociales. Además, los policías la saludan en la calle. Pero con Patricia se acaba. Si gana, va a ser la viuda negra de los halcones. Guarden este correo.
Con Larreta presidente, en cambio, los círculos más fanáticos que hacen al bullrichismo, hechos de espíritu castrense y fantasías de exterminio, perdurarán. Los que se acomodan en un opuesto necesitan ser saciados con la muerte del otro. La tensión política va a durar hasta que los grupos que tienen mayor interés en la llamada grieta sean saciados. Hasta que Luis Machín corte el tronco de Brandoni y le chupe la sangre o hasta que Brandoni haga lo mismo con Machín. (Nombres al voleo de dos personas que admiro). O hasta que la economía empiece a crecer sin pausa y la nube de prosperidad nos envuelva a todos y el humo, como el incienso, nos conecte con los angelitos y el altísimo. Además de lo más deseable, creo que es lo más posible.
El discurso de navidad de Patricia dice lo mismo que el de Horacio: es con todos. Ya los estoy oyendo.
FIN
Llevo seis meses escribiendo los correos, envié más de cincuenta y la inmensa mayoría tiene un tasa de apertura del 60 por ciento. Además, son no menos de dos mil lectores distintos por envío. ¿Qué puede impedir concretar la suscripción paga y recontra módica al no suscripto? ¿El tiempo que lleva? ¿No financiar el desacuerdo eventual? Hoy, otra oportunidad, compañeros.
Extras
Sobre Messi en Miami. Genial. Me encanta, a favor, es de mi pana Gustavo Noriega.
El caso del progresismo punitivo. Hay unos sinvergüenzas que armaron un negocio que consiste en vender sesiones de equidad para estandarizar comportamientos en Estados Unidos. A un pobre tipo estas bestias le cagaron la vida. Aquí la historia en el newsletter de Bari Weiss. Pueden pasarlo a español con el translate de google.
MUY GRACIOSO.
AMÉN
Tu newsletter, con el que me resulta imposible coincidir más, apuró la salida de un tuit que escribí hace meses y nunca me animé a publicar para no bancarme insultos.
Reza así: "Larreta representa a los feos, a los desangelados y faltos de carisma, a los poco expresivos, a los desapacionados por experiencia. A los que eligen la frialdad de la gestión antes que el calor de la dialéctica.
Con todo esto me siento cómodo, porque de lo otro ya tuve bastante.
Veremos entonces, el 13 de mayo, como venimos de autopercepción".
La ecuación precio-calidad de tus textos es la mejor del mercado.