Parte de Inteligencia 20
Urgente y especial. El nuevo régimen provoca, ¿y el viejo régimen qué hace? Convoca. Aparatos articulados por la tradición, y con menos plata que nunca, luchan por sobrevivir y dirigir la batuta.
La convocatoria plural a la manifestación “antifascista” de esta tarde en Buenos Aires tiene una contraindicación bastante brava: que termine siendo el “fascismo” el que gane las elecciones de octubre y no el, simplemente, bizarro emprendimiento de Javier Milei, y su hermana, cuyo éxito temporal está basado en la baja de la inflación que conecta con los deseos más profundos del pueblo argentino. Realmente creo posible que Milei no sepa quién es ni qué está haciendo más allá de lo económico, que sería el campo donde se siente más cómodo, por lo tanto cargarle atributos e intenciones es un poco estar programándolo y deseando que los términos de la contienda sean al fin democracia o fascismo.
Claro que no hay que salvarlo de nada a Milei, porque para ser inimputable es demasiado presidente constitucional, pero es obvio que no sabe comportarse sin provocar, ni como profesor, ni como panelista de televisión, ni como magistrado. Siempre fue neurodiverso. El ama desagradando lo cual sólo termina en desamor y rabia. El psicotécnico podría arrojarnos matices, razones, interpretaciones, pero el grueso de su personalidad está a la vista. Con estos modales, dirige la operación y representa al país, y es el altísimo costo en cultura política que paga el pueblo argentino por el fracaso del tripartito Pejota/UCR/PRO que por cuarenta años no pudo encontrarle el agujero al mate no sólo para extinguir la inflación sino para desarrollarnos.
Se justifica, sí, considerar si el lenguaje de Milei, todo lo que él dice, debe ser tomado como el marcador, el índice indiscutible sobre su rumbo, en el caso de hoy el fascismo, o si son otros los marcadores a tomar en cuenta. En el infierno lingüístico que vive alguien como el presidente, éste busca compulsivamente las combinaciones que más indignan a quienes más recela y teme y que son, en asociación virtuosa, quienes menos lo votarían. Su compulsión fue su llave electoral y la absolución de su rareza por medio de los votos le dio un nuevo impulso y plenitud existencial. Milei hoy es un neurodiverso en su prime.
Puede también que la oposición caminando detrás de los racializades y las niñeces (ver flyer) como a los tarados que ponen al final de las comparsas, para incluirlos pero tampoco tanto, esté dando alguna señal de impotencia fenomenal, lo cual no deja de favorecer a los autoritarismos paridos o por parir. Es que es un año electoral y la ansiedad mata. Los candidatos están todos en Twitter, ni se gastan en otra acción más que tuitear desde bares, buscando prestigio como opositores originales y compitiendo dentro de la misma pecera. No hay protocolos, se puede decir cualquier cosa. La exageración, la ausencia de cálculo eficiente, es la norma general. Así que al igual que el presidente, pero sin su poder, y sin su meta histórica alineada con la expectativa popular, equivocada o no, los precandidatos son como barrabravas al momento de escalar la animosidad contra el rival. De hecho, lo que los amalgamó fue la idea del “antifascismo”, ni locos fue “la defensa de la diversidad”, como matizaron los radicales en su comunicación de ayer para convocar a la manifestación y ordenar sus sentimientos en torno al discurso del presidente en Davos. El radicalismo marchará una vez más con una consigna blanda cuando la caminata será vivida en torno a la consigna dura.
El gobierno, de todos modos, vio que la apreciación sobre la homosexualidad y la pedofilia eran una gaffe completa, o metedura de pata. Su disculpa fue bajo la forma de “me malinterpretaron”. Qué iba a decir. Pero debe ser tomado como una señal de que entiende que se fue de mambo. E irse de mambo y reconocerlo, aunque sea de este modo, es una prueba de que tan tan fascista no es. Al menos por el momento. Al menos antes de que le saque 30 puntos de distancia al frente antifascista.
En la marcha, decía, los políticos van al final, según anuncian los organizadores. Aquí el flyer:
Es la idea que sobre el bloque 3 tienen los de la cabecera, pero es la idea que los políticos tienen también sobre sí mismos. No están para liderar. Están para hacer compañía. Y una vez más la coalición del déficit marcha por un tema que sólo entiende en profundidad la elite politizada y universitaria. En la foto, sin embargo, ya estarán creando expectativa electoral inflacionaria y anti superavitaria. Incluso en la exaltación de los colores del arco iris que se usa para animar la convocatoria casi que se está diciendo adiós a la representación de masas.
El antifascismo tiene esta otra externalidad, los continúa salvando de la obligación o necesidad de resetear sus organizaciones para hablarle a los ciudadanos del siglo 21.
Compañeros, ¿el gobierno es facho o se hace el facho? A la vista, el único principio que tiene es cumplir la meta fiscal y bajar la inflación. Como nadie no fracasó con esto, su objetivo es tener éxito o fracasar lo más tarde posible. Prueba con más instrumentos y más audacia que sus antecesores y para poder hacerlo debe mantener el agua electrizada, que nadie esté cómodo, que nadie sepa quién es, que todo el mundo persiga fantasmas, discuta curvas, señuelos.
Creo que habría que haber considerado más tácticamente cómo nombrar a la manifestación, incluso su pertinencia. De la ultraizquierda al PRO de Larreta, la política, eventuales herederos del poder, aceptan los términos que imponen organizaciones sociales, civiles, ínfimas, aunque genuinas, y otras que están totalmente infiltradas u orientadas por agentes de la SIDE, y de la CIA.
Un antifascismo ejercido de manera profesional debería contemplar que el logro de la movilización no puede ser mejorar la oportunidad de Milei de ser peor de lo que es.
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Escribir sabe todo el mundo que fue a la escuela, así que por qué alguien gastaría tiempo yendo a un taller, y además pudiendo gastar el dinero en otras cosas.
Porque para ajustar cuentas, soltar pensamientos repetitivos, inconducentes, rearmarse después de una pérdida, salir de pobre, levantar la cabeza, mejorar la posición relativa en el mercado del amor hace falta un empujón, un grupo de control, no sentirse tan solo.
Estoy armado la lista de buena fe apuntando a sostener los horarios de martes a las 18 y miércoles a las 9, siempre en Chacarita y desde marzo. Si alguien tiene un propósito, aunque este no sea blanco y puro, para escribir, y pasa un psicotécnico bien por arriba, y le interesa me manda mensaje a tallershampoo@gmail.com
Al último que le organizaron un frente "antifacista" fue a Peron en las elecciones de 1946. Al Peron que atacaba a la casta de entonces, a la que llamaba "politiquería". A quien quien también tenía a todos los medios en contra.
Antes de leerte, querido Esteban, pensaba si no se estaba armando una nueva "Unidad Popular": confirmaste. Falta un Braden.
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