Parte de Inteligencia 18
Cuando creamos que ya es tiempo de enojarse por el costo de la vida vamos a estar demasiado ocupados escapando de los mosquitos del dengue y sacando baldes de agua. Insufribles y extras.
Compañeros, para mí, cae como un lechón sobre el pavimento la verdad más pesada: el pueblo quiere que el loco acierte y, más que eso, el pueblo cree que el loco puede acertar y se desentiende completamente de sus extravagancias en nombre de intereses que, igual que el presidente, considera más elevados, el equilibrio fiscal y la baja de la inflación. Y advierte nuestro pueblo que el exceso de cuestionamientos y alertas sobre el eventual fascismo y maldad intrínseca de esta tanda de funcionarios es un postureo interesado que no los interpela ni ahí. Que les están contando una de Pedro y el lobo a la enésima.
A diez mil kilómetros del poder, donde vivimos todos, pueden armarse muy circunstancialmente conversaciones banales sobre las condiciones personales de Milei, la conexión especial que tiene con su hermana o sobre su número impreciso de perros, chimentos, cosas de la radio, pero pocos compañeros se ponen duros o fuerzan definiciones en asados familiares, como ocurría durante los años kirchneristas, cuando estaba en juego la verdad de la milanesa de la historia. Acá se acepta la rareza de Milei, su presidencia queda como una voz en off lejana, su locura infunde más respeto que piedad o desconsuelo, y las vidas siguen, despolitizadas.
El vocabulario avinagrado de Martín Lousteau o Leopoldo Moreau rebota en las paredes de las oficinas tétricas del anexo del Congreso donde tienen sus vidas de políticos, puede que también en las de UPCN, en las de no docentes de la UBA, en la Universidad de las Madres pero no pasa de ahí. Las multitudes no le hacen eco porque están en silencio y esperanzadas. Y aunque tuvieran bronca pasa algo interesante: ya no hay dónde quejarse. Milei, que vino a romper al Estado, queda exceptuado de responder por sus deficiencias, así que, ojo, todos quienes se asuman como viudas del viejo régimen son ahora y paradójicamente “el gobierno”.
Una presidencia disruptiva como ésta no puede tener una oposición tan a la antigua, pero ahí la tiene, para su comodidad. El gobierno les amplía el campo de batalla todos los días para que se agarren de todas las controversias que propone y no puedan jamás hacer un solo punto. El negacionismo indiscutible, la jactancia antiderechos, la romantización de la represión, todas cuestiones escandalosas para el viejo canon democrático pero cuyo desafío no funciona incrementalmente; cien escándalos encadenados valen como si fueran sólo uno. Pero en cada provocación el gobierno se define mejor en su novedad y define mejor a los demás en su antigüedad. Así que vendrán cien más. El que se enoja con razones poderosas es tan contreras como el que dice incongruencias. Y así se achica a la oposición. Todos parecen decir lo mismo todo el tiempo.
Es que insólitamente, los políticos profesionales no libertarios creen, hasta esta mañana, que tienen que representar argumentos para poder representar personas, y no constituir un arquetipo que represente inquietudes genéricas que escondan una agenda que pueda resolverlas o no. Esto es fino pero creo que es la fórmula ganadora para quien la acepte. Al loco puede reemplazarlo eventualmente el mago, el sabio, el sanador. Milei jubiló al duranbarbismo que ya había jubilado a los encuestadores. Lo que sigue de aquí en más es pura creatividad y aceptación del gaming.
La recomendación más obvia de los chamanes que quedan en pie es que todos los políticos sean naturales porque mirá Milei. El primer adelantado del peronismo en la modalidad es Guillermo Moreno que hace como Milei, pero con palabrerío peronista, un admirable tour de force, dejándolo todo en los actos, los bailes, las entrevistas. En el no peronismo quien lo intenta más es Martín Tetaz, un gran comentarista de temas económicos, ambicioso al punto de soportar durante varios años ser fumador pasivo de Jorge Lanata en un estudio pequeño de radio para darse a conocer. Tetaz tiene las competencias intelectuales ideales para asesorar en el viejo régimen pero puede ser figura relevante en el nuevo dada su desvergüenza para reírse de su escala, complementada con la exhibición de sus super músculos y su jopo de comic. Cruzar las fronteras de lo respetable no es para cualquiera y puede salir perfectamente mal, pero tanto como no aventurarse. Moreno tiene un encierro biológico. Después de este intento se viene la mera vejez y el olvido; si lo de Tetaz no funciona le queda cara de boludo pero se lleva experiencia para otro intento y siempre tiene el campo del comentarismo para no descapitalizarse.
Facundo Manes tiene una oportunidad, atención, porque ya arranca gamificado con el guardapolvo blanco y el cerebro en la mano pero cae en la insólita obligación de ponerse serio, como si la política fuera un campo totalmente instituido donde hay que insertarse con una narrativa consistente y no que esta es una democracia de candidatos sobre la que puede imponer su propio standard, si se le cantara. Manes es, junto a Lousteau, el otro radical que podría no ser radical pero que insólitamente resolvió serlo ya con la marca partidaria en la lona total. Ambos, igual que los radicales de siempre, no pueden decir que quieren equilibrio fiscal, o que darían lo que no tienen porque la inflación vuele bajo, que es lo que el pueblo votó y votará hasta que se le dé.
Tómese como insight, Milei puede ser un hombre del futuro que relaja costumbres, hábitos duros y mandatos culturales. Lousteau puede vivir con la actriz que vive, y que está dentro de su mismo rango de famosidad, un equipamiento romántico a la medida de Marcelo T. de Alvear, o vivir directamente solo rodeado de espejos y su carrera sería la misma. El político ahora puede ser soltero, escapar de los lugares comunes de la bondad. Ser mitad de Bolivia y Paraguay, si quiere, y sin dejar de ser malo, al menos no ser completamente falso, un verdadero alivio para el intérprete.
Un loco enloquece a los demás pero también habilita y da un rango enorme de libertad para el armado de personajes que lo enfrenten. Que pueden callar durante períodos muy largos sobre la coyuntura, porque no pasa nada mientras no los olviden. Y que harían bien, mientras meditan, en definir una estrella para explorar, como hizo Milei con la libertad. Un día del futuro sin inflación podría ser la justicia, la igualdad y ahí sí insistir como tarados. Un último pálpito, si Milei fracasa con el programa anti inflacionario y de equilibrio fiscal éste quedará vacante y será retomado por quienes lo expresen con aún mayor dureza.
Los insufribles de la semana.
La periodista de La Nación+ Inés Capdevila que pronuncia chramp por Trump y se pasa dos pueblos en la pronunciación nativa de los nombres propios de los gringos.
La enseñanza de Fair Play y culto al juego y la buena onda de las escuelitas de fútbol ABC1. Los pibes van a terminar jugando para Canadá. Ojo.
El doctor Conrado Estol que da consejos sobre todos las especialidades médicas y amplía su delirio de grandeza avanzando sobre la educación y los placeres terrenales. Tiene canal de Instagram y el diario La Nación, por supuesto, lo tiene como una de las fuentes de luz. Fue uno de los loquitos de la llamada pandemia y tiene muchas guita detrás para sostener sus mensajes siempre admonitorios. Bloquearlo.
Los premios Konex. Una excelencia de la nada y se ve que con guita, Luis Ovjesevich, inventó un premio para armarse un club de amigos y el que no cobra como jurado cobra como ternado y profesores respetables de tres barrios enteros de Capital caen como chorlitos. Todo en Argentina es una joda y verdaderas excelencias recibieron el diploma este año como las Florencia de la Ve de las humanidades. Supongo que la Argentina reconoce poco al que se mata estudiando o es que al argentino que se mata estudiando el reconocimiento le resulta siempre insuficiente y, entonces, se cuelga de cualquier oportunidad. Algo hay. Es materia para muchos de ellos.
Se cumplen 30 años de la Convención Constituyente que reformó la Constitución zzzzz. Una nueva oportunidad para romantizar otros tiempos de la política cuando Charly Fernández era más relevante que el llamado Gordo Dan. No va.
Tuvo mucho impacto en la comunidad de la reputada UTDT mi correo sobre la apropiación de prestigio que La Nación le hace a la Universidad Di Tella a cambio de un caramelo de madera: que sus graduados escriban las publinotas de los emprendimientos inmobiliarios asociados a la familia Saguier. Pocas veces recibí tantos likes secretos vía whatsapp, guiños, pulgares levantados en bares. Desde la publicación, el diario no dejó de imprimir y subir a la web sus avisos de desarrollos inmobiliarios bajo el engaño del artículo periodístico, pero al menos se abstuvieron de usar a graduados de la Maestría, tal vez un efecto del reconocimiento sotto voce que abrió nuestro artículo en la tropa de graduados. El 17 de septiembre hay una reunión con los futuros ingresantes o aspirantes a ingresar, pagando u obteniendo alguna de las dos Becas Carlos Pagni. Nuestro deseo: que sea ésta una brillante Maestría de la que egresen los mejores alumnos dispuestos a un destino singular, a la aventura, y que no queden expuestos ni un minuto a los razonamientos elementales de los patrones del diario.
Es improbable que yo me haga millonario escribiendo, pero es posible que pueda sostener mi stilo de vita naturale o style de vie naturel si ustedes apoyan mi trabajo. Gasto el dinero seriamente, todo a infraestructura, educación, salud, alimentos, no voy a los fichines, no voy a Cocodrilo. Pasen por los botones de abajo porque, además, la economía ya está rebotando y la guita se tiene que mover. Para ganar hay que gastar. En todo tiempo, en todo lugar.
Quienes viven fuera de la Argentina tienen un botón de PayPal. Vivir afuera y hacerse una panzada con los que vivimos adentro tiene que tributar.
Son colaboraciones mensuales que equivalen a consumos simples en comercios de las zonas salvadas de CABA y el llamado interior del país. Es totalmente racional apoyarlo. Piensenló, racional de punta a punta. No es una locura de ninguna manera.
Qué canción que me gusta “Nunca quise”. Y, nada raro, no conocía a esta banda llamada “Usted Señálemelo”, que hace este cover que no es uhhh pero ya le di play veinte veces y que se presentó en una de las sesiones ¡Fa!, la versión 2024 del streaming financiado en sus inicios por Alberto Fernandez y que tal vez fue lo único importante que haya hecho en su vida el ex presidente.
¿Qué almorcé ayer para darme coraje?
Pensas bien y escribís mejor.
Capdevila me gusta, me parece que sabe de lo que habla. Estol es un chanta.
Sugerencia: los insufribles de la semana tiene que seguir, aunque sea con frecuencia no semanal (?). Lindo ajuste de cuentas con Estol y Capdevila (a quien un poco la perdonamos xq está buena). Estol, en cambio, es el Cápitan Escarlata.