Parte de Inteligencia 1
Hoy puede ser el primer día del resto de nuestras vidas o quizás mañana, depende siempre del tipo de cambio, si llueve. Presento panorama electoral a ver cómo me va prediciendo. Y una encuesta.
La inflación alta no es una novedad para los argentinos, pero sí sería una novedad que esta vez se la tomen a bien y evalúen con buena conciencia la mejor fórmula para salir de este rulo enfermante y empobrecedor.
El escenario más probable cuando se vote en las PASO el próximo 13 de agosto es una inflación consolidada en los tres dígitos, viajando en un autito de dos cifras mensuales hacia el espacio infinito, y con números históricos de pobreza e indigencia.
O sea: no hemos visto nada.
Hay chances muy bajas de que una candidatura de orden racional buenista resulte victoriosa; la sociedad va a redimir la ruptura del contrato más esencial, la moneda -la sangre con la que intermedia-, acompañando, en un mismo acto, una candidatura que ayude a hacer catarsis y a tomar venganza con aquellos a quienes interprete como culpables.
Más tiempo demore el gobierno en encontrar el candidato para perder la Nación, o en aceptar que Alberto lo sea, y en encontrar el candidato para ganar en la provincia de Buenos Aires, o aceptar que Axel vaya por la reelección, más contribuirá a la parálisis de los organismos estatales en condiciones de paliar un poco el desastre presente y el que se avecina.
Para tener una idea: en marzo no se informó cuota de pago a la Administración Pública Nacional. Hacienda comunica todos los meses un pago para atender gastos ya devengados. Marzo no la tuvo, se pagaron haberes en todas sus formas, incluidos planes, y nada más. Proveedores, beneficiarios de programas del estado y cualquier otra transferencia solo se obtiene en cuenta gotas por pedido in extremis a la Tesorería. Es decir, ascensor que se descompone en un ministerio, ascensor que cierra, por decir lo menos.
La súper inflación, más la caída del PBI producto de la fenomenal sequía que castigó a la región centro del país, más el default de todo lo que el Estado debe garantizar para asegurar la paz social hará imposibles, más que improbables, las candidaturas que no acompañen la necesidad de hacer catarsis por parte de la población.
Larreta, el más comprometido por este análisis, como es obvio, no resigna su candidatura, de ninguna manera, pero sí asume, y esto es novedad, que ésta ya no es una flecha en el aire, y que debe asegurarse su cuota parte en el próximo gobierno porteño que es lo único que el PRO puede dar por cantado en términos electorales: su día después de la Intendencia puede ser cualquier otra cosa de la esperada.
A menos que Mauricio se haya comprometido a levantarle el brazo como candidato presidencial, a cambio del dedazo a Jorge, el super primo no le garantiza esa cuota parte a Horacio; tampoco se la asegura Martín Lousteau que pertenece a otro ecosistema. Pero quien sí se la asegura es Mariu Vidal. Ella es la síntesis que asegura el continuismo del PRO en la ciudad de Buenos Aires y la aprobación tanto del ex presidente como del actual Intendente.
Bajar al médico Quirós y a la señora Acuña no será gran problema dado que son candidatos a los que se expuso para que cumplieran esta tarea. Jorge Macri puede tener un destino nacional en un gobierno de JxC, pero Lousteau pasa a tener el problema de pasar el turno electoral completo sin progresar en su agenda: queda fuera de la ciudad por arreglar demasiado pronto, y ya es demasiado tarde para subirse a la presidencial.
La posibilidad de que Lousteau vaya por la Intendencia, en soledad, cortado de Juntos por el Cambio, que sería la amenaza que hace la UCR CABA, ante el virtual incumplimiento de Larreta, es improbable dado que corre el riesgo de salir cuarto en las PASO por debajo de Vidal, Rodrigo Marra y Leandrito Santoro. Los votantes van a castigar al que rompa la coalición.
A todas luces fue un apresuramiento bulímico de la UCR nacional y de CABA dar por hecha la candidatura de Larreta. Esto tenía como objetivo principal que Morales fuera el vice de Larreta y Lousteau, el candidato a intendente, desmereciendo en el ajedrez a Javier Milei y a Patricia Bullrich, y lo que representan, y sobredimensionando el poder de la billetera del Jefe de Gobierno como instrumento disciplinador de la política argentina.
Bullrich está por encima de Larreta en los sondeos, especialmente en los que encarga Larreta, que son los que importan, pero la diferencia no es monumental o insalvable, y ninguno de los dos es inalcanzable por un eventual tercero. Son 14 puntos contra 10 y sumados son más o menos el porcentaje con que llegó Illia a la presidencia.
Son números pobres e incomparables con el Macri del 2011 y dan a la UCR la chance de sumar su candidato presidencial a las PASO, saltándose asistir como candidatos a vice de los presidenciables del PRO. Algunos radicales creen que esto ayudaría a JxC a sumar votos ese día, pocos, muchos, pero todos suman, y que hasta podría colarse con un número razonable en el pichichi final.
Si el radicalismo presentara un candidato perjudicaría a Larreta porque el radicalismo predica el buenismo, somos la paz, que es justamente la consigna última, la que usó anoche el Intendente en el programa de Carlos Pagni. “Paz y Transformación”, así dijo varias veces. Competirían por los mismos votos aunque en caso de que no despegue el candidato radical le queda una alternativa virtuosa para su fuerza: bajar su candidatura y apoyar a uno de los dos, lo que sería como levantar la mano del posible ganador. Un segundo Gualeguaychú, para los entendidos.
La UCR no tiene método creado para seleccionar este candidato en tan poco tiempo, por lo tanto deberá surgir del acuerdo entre los dirigentes con mayor capacidad de veto, que son demasiados, o de la aceptación temprana de solo uno, Gerardo Morales, que si no alcanza la popularidad necesaria deberá ceder la corona a quien sí la tenga, presumiblemente el neurólogo Facundo Manes.
El retiro de Mauricio Macri de la grilla libera a los candidatos realmente existentes a vivir la plenitud de su delirio presidencialista, ya sin la inhibición de un supervetador que los anularía con su presencia en cualquier momento.
Tienen ahora la oportunidad de mojar el dedo y ver para dónde soplan los argentinos y no para donde sopla el ex presidente. En el contexto que presentamos más arriba, lo más probable es que los argentinos impongan como narrativa electoral la idea de que llegó la hora de la espada.
El que se vayan todos tiene un candidato obvio: Javier Milei. En 2002 no lo tenía y se quedaron todos y solo se fueron los partidos, como para que todo pareciera nuevo.
Una de las preguntas más corrientes en los pasillos es cuán loco está Milei. O si es loco o tiene un trastorno explosivo intermitente o es un extravagante, nomás. Su locura no es verificable por cuanto puede planificar, cumplir horarios y seguir estrategias, por días, semanas y, vemos, años; el trastorno se verifica en sus presentaciones televisivas donde su capacidad de diálogo queda anulada en cuanto le presentan, aun con buena leche, una contradicción. Y la extravagancia es que llama hijos a sus mastines que duermen en una habitación con aire acondicionado, y el rol de su hermana a quien en Viva la libertad Carajo llaman “El Jefe”.
En una sociedad abierta como la nuestra, la extravagancia pasa de largo, sin mayores observaciones, pero su trastorno explosivo es paradójico, lejos de condicionarlo, funciona como vehículo para que circulen las pasiones y los enconos de los televidentes o ciudadanos.
¿Es la hora de la espada? ¿Es la hora de Milei?
La semana pasada emitió un video publicitario que tiene el tono didáctico de La República Perdida. En aquella película del ‘83 había golpes de Estado arruinándolo todo, y acá hay políticos que desde el ‘83 pasaron por las urnas para lo mismo. La breve historia de 40 años en dos minutos incluye a Larreta y excluye a Macri y a Patricia. Está a la vista que al final del camino habrá una convergencia entre ellos.
Si no es su hora, es una hora que lo tiene como aliado indiscutible. Dejo una encuesta como para sumar a la confusión general.
Pipol, botones de pago abajo, mensualidades módicas que permiten que me siente a escribir. Lleva un minuto, puede ser menos. Argentinos en la diáspora, no abstenerse. Gracias, hasta el viernes.