Mi primer diccionario psi
Con esto pueden ahorrarse fortunas en terapia y redirigir el dinero al sostenimiento de mi newsletter y sumarse a talleres de escritura o pintura donde el malestar íntimo le deja algo a la humanidad.
Angustia: simplemente es quedarse sin palabras que expliquen, ordenen y resuelvan; es un ya está, la cagué, me quedé sin jugadas, completamente solo ante lo que es o parece irreversible, lo que no depende de mí o, en un grado más leve pero no menos angustiante, frente a una verdad que de enfrentarse implica reventar la propia imagen ante aquellos que significan algo para nosotros. Queda aullar como un loco en la terraza y esperar una remisión lenta, si se tiene algo de experiencia en angustias, y si no desesperar.
Balurdo: es meterse en un asunto sin calcular el número de pasos y de personajes que finalmente intervienen. Cada persona adicional en la trama es un desafío y es plata. Algo se convierte en un balurdo y no en un simple trabajo, por complejo que éste sea, cuando no se han calculado debidamente el número de capítulos y el precio a pagar para obtener los resultados buscados. Hay que medir las consecuencias, compañeros. Es el mandamiento número 11.
Culpa. El que tiene culpa tiene razón: es culpable. El laburo no es hacerse la víctima por sentir culpa, el último grito en Colegiales, o hacerse eco de los predicadores de Instagram que llaman a no tener culpa, sino simplemente aceptarla y disculparse en acción. Es mucho mejor peor sentimiento que la angustia porque esta tiene solución.Y si no se puede hacer en directo, disculparse por ejemplo, hacerlo indirectamente, de manera simbólica, y castigarse brindándose un montón, reponiendo el tiempo robado regalando tiempo, como en las probation.
Delirio. Es un tormento para el que delira porque está en el mejor de los mundos cuando se encuentra en trance pero como finalmente no está en ninguno cae en la realidad vacío y peleado con mucha gente. Pero es un montón de plata o de posibilidades para el que lo sublima trabajando, creando.
Experiencia. Hay que escuchar a la gente grande. Han pasado por las experiencias humanas más dolorosas y más sublimes, vieron todos los dientes del serrucho, arriba, abajo, las decepciones. Es útil preguntarles sobre la materia que angustia (ver angustia), vale tanto como leer novelas. Es cierto que uno se expone y entonces supone que queda como un boludo revelando debilidades, pero así se aprende también a elegir con quién se entrega intimidad y eventualmente se puede consultar a esta persona sobre cómo y con quién trabar confianza.
Falsedad. El proceso por el que una persona se disfraza de otra es largo; si se aprendió mirando a los padres casi que no se puede ser de otra manera, son falsos culturales, profesionales. Hay falsos que son de primera prensada, quitan la vista cuando mienten, normalmente arribistas, van en ascenso, no saben cómo comportarse, imitan modelos de éxito. Los que salvan a la humanidad son los que cortan la cadena, héroes anónimos que están en todos lados y son amigos para regar.
Ganas. Las ganas son disimulables en público pero indiscutibles en privado. Un verdadero drama humano es organizar cuándo se muestra y cuándo se oculta. Pero hace a una buena salud mental reconocer dónde están las ganas y elaborar una estrategia para concretarlas.
Hechos. Una vida se respalda con hechos, no palabras, no intencionando ni manifestando ni viviendo en estado de fiesta o asistencia a eventos. Hay que ubicar las banalidades, la ropa, las cremitas en el estante que van y enfocarse en la creación: familias, casas, ciudades, revoluciones, arte.
Ilusión. Todo lo que ilusiona desilusiona. Hay que aceptar esto como se acepta el ritmo de las estaciones. Y si se acepta se renuevan los ciclos y se solapan las experiencias menguantes con las florecientes y es la vida misma moviéndose sin tanto lloriqueo.
Jodido. La gente jodida es jodida para uno. Decir que es jodida en sí es algo ideológico o nos salva del autoexamen. Nos sirve estudiar por qué nos resulta jodida a nosotros. No para salvarlo de una caracterización deshonrosa sino para salvarnos a nosotros del vínculo, eventualmente, o para resocializarnos más objetivamente con esa persona.
Kirchner. ¿Cómo es que tantos psicoanalistas se hicieron kirchneristas? No digo que no los votaran secretamente, votar es tomar un producto de la góndola entre algunos pocos posibles y un psicoanalista también compra salamín, pero yo me refiero al faroleo kirchnerista, a revolear al salamín en la fila del Jumbo al grito de “mirá la picada que me voy a armar”. Me resultó siempre interesante y raro porque los Kirchner son como los antipacientes, son los que no se sentarían jamás frente a ellos a revelar qué los traumó y los volvió salvajes, indolentes, malos padres. Encumbraron a sus pacientes imposibles reconociéndolos como pares amados. (esto para mi editor Santillán es “Incomprensible”, yo lo entiendo).
Libertad. La mayor conquista de una persona es no ser tironeado culturalmente, extorsionado por el qué dirán y acabar haciendo aquello que no se corresponde estrictamente con sus decisiones. Pero sí debe aceptar que su libertad negocia con las decisiones que tomó, como tener hijos.
Maradona. Otro paciente imposible. El psicólogo tarde o temprano se tomaría una foto con él.
Negación. Pasa en las mejores mentes. Y creo que no hay que luchar con la posiblidad de negar, sumar la paranoia de si estaré negando, hay que vivir normal, y aceptar la revelación de lo que se ha negado como se acepta un truco de magia. Miré la vida en detalle y aun así no vi el elefante en el salón. Es un regalo que nos hace el inconsciente para no creernos infalibles.
Objetividad. Objetividad para razonar, subjetividad para obrar. Entiendo cómo funcionan las cosas, pero me gusta que se ordenen de tal manera.
Psicólogos. Los discretos, los mejores; ahora, los indiscretos, los que dicen en una reunión social me voy porque tengo que atender, dios mío.
Rivotril. Cuando durante años padecí una cervicalgia terrible, que se irradiaba sobre el brazo, gasté fortunas en kinesiología, errepegistas y osteópatas, me hacía sufrir tanto, pero me tomaba un paracetamol y el dolor pasaba de muy intenso a leve y yo me decía que no puede ser tan complicado que remita por las buenas algo que queda a un paracetamol de distancia. Cuando me tomo mi dosis pediátrica de Rivotril para dormir, y duermo, digo lo mismo: estoy a 0,25 de dormir como un bebé. No puede ser tan difícil.
Salvación. Con angustia (ver angustia) se aspira a que un viento zonda arrase con el dolor. Es el famoso me gustaría morirme por una semana.
Terapia. Me parece un escándalo que ante la evidencia de la depresión el terapeuta espere que el paciente se avive y lo sostenga pasándose la película una y otra vez hasta que la añadidura haga su tarea y el sujeto se ubique en la ruta de su deseo. La terapia más o menos psicoanalítica es una gran actividad intelectual que no se parece a nada, pero que puede mantener sufriente e improductivo al paciente, en estado no creativo, durante mucho tiempo.
Urgencia. Un niño ensangrentado es una urgencia porque no puede solo con su sangre pero no hay muchas más cosas que sean verdaderamente urgentes. Se puede contestar un Whatsapp después de un rato, siempre.
Vitalidad. El índice de salud mental más claro. Ganas de levantarse a la mañana, buscar una canción que se escuchó en la radio, tener un proyecto, encararlo, concretarlo. Después se puede seguir puliendo el ego pero con esa base se puede funcionar, y están los códigos civil, comercial y penal para ordenarnos y que unas vitalidades no arruinen las de otros.
Yo. Es intransferible lo que se siente, cómo resuenan dentro las vivencias propias o cómo nos caen las palabras de los otros. Se pueden solidarizar con nosotros, empatizar como se dice en la tele, pero ante la angustia (ver angustia) el compañero o la compañera que la padecen están solos, y mi tesis es que hay que hacerse increíblemente fuertes en las buenas para llegar mejor parados a las malas. No es egoísmo, ni egolatría, ni narcisismo. Uno es su propio ejército y tiene que lustrar su sable y los que están ahí se asocian de distintas maneras más o menos románticas, políticas o mafiosas, pero la vida es un juego de un sólo jugador.
Zolpidem. Es un hipnótico que induce el sueño. Si se alterna con el Rivotril no te acostumbrás a ninguno, aunque te acostumbrás a dormirte con un ayudín. Not good. Yo además uso máscara para que no me entre nada de luz y tapones para los oídos, unos muy bonitos que me regaló un forista, estos. Me hace mucha diferencia además dormir con medias, en contra de lo que se piensa acerca de tener los pies sueltos, la piel, bla bla bla… No, medias. Uso las medias que venden los bazares chinos con abriguito adentro, que parecen de la puna, pero son chinas. Por supuesto, sólo aplica para la mitad del año en que se duerme con temperaturas debajo de los veinte grados.
¿Qué me hice de almorzar ayer mientras escribía el correo? Gambas al ajillo, con guarnición de rúcula, tomates cherries tibios y un huevo frito en ghee. En casa siempre hay que comer lo mejor posible y más que nada aquello que en restaurantes es financieramente inviable o que pueden cocinarlo peor que uno, ojo. Cuéntese como mensaje para la juventud.
Luego escuché/miré este programa del canal de streaming Yeite, lo puse de fondo, como se escucha la radio, donde un especialista en tango da clases de apreciación cultural y lo hace gratis. Lo recomiendo. Es fan de D’Arienzo, somos dos. Recomiendo el canal, en general. Se hablan cosas importantes.
A las seis y media merendé/cené una tostada con conserva de hongos, ricotta, pimienta, zest de limón y aceite de trufas, y un cortado en vaso en Hobby Café. Un lindo lugar en Chacarita, con buen murmullo laboral y una mesa comunal con enchufes para sentarse a trabajar. Tiene la parte tediosa de levantarse a pedir en caja y que después una moza lo lleve a la mesa. Que te pregunten el nombre. Buh. No puedo creer que el procedimiento no afecte la facturación, pero buen. Con eso me di por cenado. Lo verde de arriba es ciboulette y lo blanco es parmesano rallado chiquito que afea mucho la presentación de algo que podría ser más sexy. Los hongos estaban ok, el aceite chorrea si comés la tostada con la mano, que es como debe ser, pero bueno hay que usar cubiertos.
En otro orden, el domingo pasado estuve en el programa de Gustavo Bazzan, Daniel Malnatti y Mariano Thieberger en Radio Con Vos. Hela aquí mi participación. No hay foto pero hay link.
Estoy renovando bancas en el Taller Shampoo. Interesados escribir a: tallershampoo@gmail.com
Son 50 K por mes. No es caro para lo que es, el trato es muy amable, los fóbicos no tienen problemas de integración, nos sentamos alrededor de una mesa de kiri japonés, muy firme, dentro de un quincho con aire acondicionado frío/calor.
El baño es de hotel internacional. Por la mañana se presentan colibríes a picotear las flores del cantero que decora la terraza.
Hay café, tés, yerba orgánica, y pan de campo de Silvestre. Son dos pisos por escalera y hay escapatoria, por supuesto.
Más de treinta años, mejor.
Hay wifi y enchufes para Iphone. Y no somos más de ocho en el salón, incluyéndome.
Compañeros, ¿al final hay recompensa? Como habrán comprobado la suscripción es gratuita, los correos llegan y llegan y llegan desde febrero de 2023, la contribución es voluntaria, y así se mantendrá. Si está en sus posibilidades, y descuento que todos los foristas forman parte del percentil salvado, no olviden el tramo voluntario, aunque éste les quite un minuto. Sé que lo que inhibe el aporte es ese minuto que se pierde, mucho más que el monto. Son descuentos mensuales por Mercado Pago o PayPal. Y hacen REALMENTE sostenible este proyecto. Obrigado.
Me olvidaba: también me convenciste de probar los Quiet Plus. ¿Los usás para escuchar a D'Arienzo?
Hace años que no gasto un peso en terapia, pero tu diccionario me convenció de invertir en tus newsletters.