Los dos demonios
El viejo infotainment muere a manos del entertainment sin info. Pero Milei los boxea para revivirlos, ganar tiempo, cambiar de tema y lo aceptan con la esperanza de cambiar de piel. Extras.
En el sinfín de predicciones que se ventilan en una sociedad abierta, las que se notan más son las de aquellos que tienen mejores micrófonos. Qué novedad. Marcelo Longobardi esta semana se pasó, la verdad, al alertar sobre la posibilidad de que su colega María O'Donnell resulte víctima de “un fierrazo en la cabeza” como consecuencia, más o menos directa, de que el presidente Javier Milei la castiga con calificativos duros, que reparte también sobre otras figuras reconocidas de la prensa, incluido Marcelo, y cuya idea principal es que los periodistas extrañan la pauta publicitaria que suprimió este gobierno bajo el principio de que no hay plata, y que por eso es que lo castigan sin piedad.
La mayoría de las veces los periodistas ni siquiera dicen nada: el presidente sale a torearlos sin ninguna excusa. Por una destreza que tiene naturalizada, o porque es un perfecto hijo de puta, Milei los apunta para que hagan su número narcisista y levanten la cabeza para que los vuelva a putear, y aunque los periodistas no ganen un peso más, de hecho ganan cada día un peso menos, crecen en el mercado secundario de las redes, ganan prestigio como duelistas del presidente y éste mantiene viva su irreverencia, clave para desmarcarse del resto de los políticos y para firmar los decretos duros, los vetos difíciles y avanzar con sus reformas como un loco. Ganan los dos demonios.
Milei fue tan eficiente en estereotiparlos como sujetos indecentes que una palabra como “ensobrado” ya no le pertenece y forma parte del acervo popular. Cuenta para amplificar su voz con un ejército de sujetos reales, y miles de irreales, que el gobierno financia bajo cuerda para que le hagan los coros y crear tendencias con el nombre de la víctima puntual del presidente. Con el mismo propósito dibuja este hombre de paja, el ensobrado, para mantener un entretenido semifondo. Ya se sabe, un sólo día del Banco Macro incumpliendo las recomendaciones del Banco Central es más gravitante para su agenda que todo lo que la prensa pueda decir durante un año.
La asimetría de poder, no obstante, salta a la vista. La libertad de expresión contempla que quienes tienen poder deben a quienes no lo tienen la posibilidad de ejercer sus derechos sin reproches ni la sombra de la persecución. Interpreto que para Milei, y el presidente necesita de interpretadores, como el Perón del exilio, esta asimetría se compensa porque desde su lugar de privilegio lo que hace es blanquear situaciones turbias de larga duración -dice en público lo que todos los políticos han dicho siempre en privado- y porque la prensa abusa de su propio privilegio para engañar, lo cual tampoco es ninguna novedad, y normalmente lo hace por plata más que por mala praxis. Así, esta transgresión presidencial funcionaría como un empate de posiciones.
Los periodistas profesionales apuntados por Milei son miembros de una vieja guardia del infotainment, herederos de Neustadt y Lanata, que quedó completamente en shock con la llegada de Milei. Conservan la ilusión de que la malaria profesional y económica durará el tiempo que lleve esta pesadilla y que tarde o temprano se restaurará el viejo régimen. Y que entonces, ahí, cosecharán esta siembra de victimización. Para reforzar su obsolescencia tienen sellos de goma como la Academia Nacional de Periodismo o la más reciente FOPEA que los agrupan o representan, y que no los dejan solos en la protesta porque un sello de goma también necesita sus días al sol.
El propósito de Milei no puede ser acallar la disidencia -no podría hacerlo nunca, más allá de sus deseos, porque él mismo es producto de lo que no se puede controlar- sino mantenerla dentro de un reality show, confesándose sobre lo que les dijo El Javo, retrucándolo y exagerando las consecuencias. Compra con estos cientos de debates menores la holgazanería opositora que tiene a la prensa tradicional aún como aliada.
La hipótesis del fierrazo en la cabeza sugeriría que el mileísmo se radicaliza a la antigua. Mi tesis es que el mileísmo sólo puede radicalizarse en dirección al ridículo, que es lo que conoce y donde obtiene mejores resultados porque achica a los rivales en un campo que desconocen, el gaming. Sin entenderlo, Longo busca denodadamente ser el gran opositor a Milei, y sumar a su narrativa la idea del eventual castigo físico como efecto cantado de las palabras encendidas del presidente se le presentó como una revelación digna de compartir. Pero hizo algo ajeno al fair play porque corporizó la hipótesis en una colega, cuya familia deberá estar ahora preocupada, en lugar de estarlo la de Longo, de manera de establecer indirectamente una jerarquía entre periodistas opositores. Pegarle a Longo sería mucho desafío.
Este Longobardi opositor apasionado conmueve porque sirvió siempre al poder económico, el mejor atajo que existía para volverte rico como periodista, antes de la llegada de Néstor, que ofrecía también el atajo aunque sólo para servirlo a él, pero ahora que la agenda por la que se afanó toda la vida está en pleno desarrollo, canta orsai. El revolucionario que se quedó afuera de la revolución, como Eden Pastora a quien le tiraron un viceministerio que le dejó el narcisismo a la miseria cuando triunfó el sandinismo y se alistó en la Contra nicaragüense para recomponerse.
Se dice que el gobierno habilita una didáctica pésima acosando al viejo cuarto poder, sí, pero esto es sólo para malos entendedores. El fútbol cambió. El resto de la burocracia entiende el jueguito y hace lo que más le conviene. ¿El gobierno revela su desinterés por ser el garante de la libre expresión? También es viejo. Si con el máximo de libertad de expresión obtuviste el mínimo de bienestar, no es intolerable vivir con mínimos de libertad si va a obtenerse mejoras en el bienestar. Así lo razonó Cristina cuando le cedió los fierros a Gvirtz y a Szpolski para el proyecto Cristina Eterna. Pero eso también nació viejo. Qué posibilidades tenían Cristina, Gvirtz y Szpolski con Internet, Youtube, Facebook y Twitter.
Por supuesto que por más entrenados que estén en la situación social de fama y en la simulación a la que ésta obliga, hay que admitir que la carga diaria de hate que María, Marcelo o alguno de los otros periodistas aludidos por el presidente y sus trolls, como Ernesto Tenenbaum, Julia Mengolini o María Laura Santillán, es desgastante y es muy probable que la amenaza se sienta de verdad. Es mucho lo que se viene encima cuando uno es visto como persona de interés por el referente máximo del poder. Se ven afectados ingresos presentes y futuros -hay anunciantes privados que pueden creer que si desde el gobierno los ven auspiciarlos eso les quitaría ventaja en alguna negociación-. Y no descansa nunca la rutina paranoica de controlar lo que se dice por Whatsapp, navegar en modo incógnito, y la profecía de Longo, el fierrazo en la cabeza. Esto sólo debería bastar para que el presidente lo desactive. Pero como no lo hará, vale pensar qué es lo mejor: si ponerse en víctimas y retroalimentar el espectáculo o dejar pasar y aprovechar una inmejorable oportunidad para ejercer el periodismo de manera honesta, desarmando cada día en los hechos la idea de que subastan sus adhesiones y puntos de vista.
Los insufribles de la semana
La autoayuda gratis que viene con el abono a Internet. Si le diste play a uno que te explica cómo manejar sus emociones, sonaste. Te aparecen cinco millones de personas que enseñan a vivir. Qué coraje, compañeros.
El ciclista ofendido con el automovilista.
El peatón ofendido con el ciclista.
Martín Caparrós. El tipo tira a la basura setenta años de sorna fácil para pasar a escribir con sorna recontrafácil. Martín tuitea un montón, como una separada, y para que levanten sus líneas en La Nación donde, por supuesto, lo levantan, retroalimentando su drama.
Cabo suelto
Morena Beltrán sabe de futbol, entiende en serio, le gusta. Y creo que si no fuera bonita, y no estuviera en televisión, también estaría conectada a la agenda del fútbol, los rajes de los técnicos y los goles que se come Borja, y que todo lo que sucedió con ella es un encadenamiento virtuoso que rara vez se da porque otra piba periodista que le gusta el futbol capaz que no es tan guapa para la tele, pero la que es tan guapa no tiene interés genuino en el fútbol. Para destacar: no sopla una mosca cuando abre la boca en F90 de ESPN, rodeada de ocho monos, para que de ninguna manera pueda considerarse la idea de que se ningunea la opinión de una mujer. Una de las ulterioridades virtuosas de la marea verde.
Compañeros, ¿al final hay recompensa? Como habrán comprobado la suscripción es gratuita, los correos llegan y llegan y llegan desde febrero de 2023, la contribución es voluntaria, y así se mantendrá. Si está en sus posibilidades, y descuento que todos los foristas forman parte del percentil salvado, no olviden el tramo voluntario, aunque éste les quite un minuto. Sé que lo que inhibe el aporte es ese minuto que se pierde, mucho más que el monto. Son descuentos mensuales por Mercado Pago o PayPal. Y hacen REALMENTE sostenible este proyecto. Obrigado.
La forista Mariana Mactas dirigió esta película sobre su padre Mario que puede verse todos los viernes de octubre en Malba. Reseña y tickets en este link.
¿Y esta canción?’
Un diez esta murga que canta Milo J con Agarrate Catalina.
Me expedí sobre Longobardi hace tres años en la revista Seúl cuando Marce dejaba Radio Mitre.
Hola Esteban: como siempre alta calidad de ideas, imagino muchos papelitos escritos y horas para unirlos en un relato. O culo en silla y a laburar.
Pero te quiero hacer una pregunta referida a Caparros (ya que lo mencionaste)
C&P: "Martín Caparrós. El tipo tira a la basura setenta años de sorna fácil para pasar a escribir con sorna recontrafácil. Martín tuitea un montón, como una separada, y para que levanten sus líneas en La Nación donde, por supuesto, lo levantan, retroalimentando su drama"
A veces encuentro un tuit de Caparros y voy a los comentarios en invariablemente el 99% son putiadas; pregunto: como es posible esto? escribió mas de 40 libros, NYT y El Pais, premios internacionales... dónde están sus miles, millones de lectores para retrucar a los haters, para defenderlo? Por qué sigue tuitiando si invariablemente le recuerdan la mesa del hambre y lo putean por el tema del tuit, su domicilio o whatever? Alguna breve explicación?
Tks! por anticipado. OM
Gracias por compartir; certera mirada a la dialéctica de intereses en pugna, entre manipulación de medios versus poder real: ¿el "cuarto poder", inesperadamente, se topó con un cascabel?
Abrazo virtual y cariñoso.
Tito Chamorro.
Paraguay.