larreta.pichi.pro
Puede que los porteños se aviven de que Jorge Macri anuncia obras monumentales pocas semanas antes de las elecciones. Ojo. El PRO, como la UCR antes, quiere que lo reconozcan por el pasado. Hm!
La frase de Larreta sobre el olor a pis entra cómoda en la constelación de barbaridades que la llegada de Milei al poder habilitó a quienes manejan y pretenden manejar instituciones creadas para darnos un país organizado y con grandes expectativas. Sarmiento, el loco, trajo 61 maestras y 4 maestros de norteamérica y fundó 800 escuelas pocos años después de establecida la Constitución Nacional. ¿Para qué, compañeros? Como lo sabe cualquier niño, una vez que la conversación sobre el pis se habilitó en la mesa, lo que sigue es que hablemos sobre la caca. Estábamos para más.
Su entrevista con CARLOS del lunes pasado, donde el pis pasó del tuit al soundbite fue un chiste, el periodista le validó toda la estrategia publicitaria con la que se presentó el ex Intendente, el cuaderno con anotaciones de problemas en los barrios, el cuento del madrugón diario, que es un androide, su vocación inquebrantable de ayudar, el permanente F5 que los decanos del PRO le hacen a aquella vieja bio de Twitter que decía “podría vivir en Río de Janeiro, New York o Londres pero preferí quedarme a dar una mano acá”. Lo entiendo, por supuesto, como una cortesía con el invitado importante que viene a hacer un anuncio a su programa pero le dejó pasar una idea grave: que la Ciudad ahora es diferente, y peor de la que dejó.
La gestión de Larreta apuntó durante su segundo mandato a crear todas las condiciones materiales posibles para sellar su candidatura presidencial en una coalición que ordene del centro hacia la derecha diez grados y otros diez hacia la izquierda, todos comprados por él. Casi como descontando que los porteños estaban fanatizados con la gestión municipal del PRO y que ésta podía abandonarse. La VTV, las fotomultas recaudatorias, el Parque de la Innovación, los barbijos vencidos que adquirió para promover el Covid y la llamada pandemia, entre cientos y cientos de items y exenciones, todo tuvo el propósito de hacer la bolsa más grande de dinero imaginable para compensar lo que ya había advertido por la forma en que le sostenían la mirada los llamados vecinos: la falta de condiciones naturales para representar. Esta fue la realidad que hoy sus oponentes del PRO oficial no pueden echarle en cara para devolverle gentilezas porque fueron cómplices y porque arruinaría la marca del PRO que es lo que quieren poner en valor, el nacionalismo amarillo.
Algo pasó en su intimidad con Macri que lo hizo sentir desechable a Mauricio, que había inventado el partido y, desde entonces, el expresidente orientó su pasión a burlarle el destino de grandeza al pelado. La hipótesis de que ahora Larreta se ató al gobierno por debajo de la mesa para perjudicar a la familia Macri es plausible y, además, divertida, porque prueba que las ganas de matar y de matarse luchan palo a palo con las de crear y amar. Y es otra cicatriz de humanidad sobre la piel publicitaria del PRO, el partido que encandiló con el futurismo (el Apple Store vidriado en la 9 de Julio) y una mejor correspondencia entre los dichos y los hechos de los políticos.
A favor de Larreta, aunque salte sobre el barro de la escatología mileísta, podemos decir que: al fin se le ocurrió una. No era el casamiento con milipili su fuente de repopularización, que de la derrota emerge con una trophy woman en el carrito del caddie, tampoco asociarse al pasado de la política reclamando contra la brutalidad actual, como cuando presentó el PDF enumerando insultos del presidente, sino imitarlo un poco, pegar abajo, inducir en los votantes el asco por la basura dispersa, e irremediable por el aluvión de caídos del sistema que llegan a la Ciudad o duermen en sus calles y para quienes los tachos de basura son como sus bulines.
Difícil de aceptar pero Larreta puso un clavo al ataúd de la gestión de Jorge Macri, aunque no el último que depende enteramente del resultado electoral. Pero con la frase del olor municipaliza de la manera más aberrante la instancia electoral, recuerda a los vecinos que se puede votar a favor o en contra del olor a pis en la Ciudad. Pone una baranda alta 🙂 a una campaña oficial local que quiere florearse con obras de infraestructura a iniciarse en un futuro indeterminado.
La opción de los Macri, decíamos, es crear un chauvinismo macrista, recordarles a sus votantes más fieles de qué estaban hechos sus ideales reformadores cuando comenzaron a votarlos, para darse entre todos una segunda oportunidad, máxime ahora que las ideas más reformistas de todas están arriba de la mesada pero requieren de una gestión política más limpia con una presencia más determinante de Mauricio, en tanto hombre de Estado que está en su sano juicio. NO COMO OTROS.
Contra la opinión de Antoni Gutiérrez Rubi, el consultor español cuyas recomendaciones se destilan de cientos de horas de sesiones de focus groups, mi pálpito es que la campaña del PRO debe ser nacionalizada al extremo, agarrándose del caso Libra o similar, trabajar sobre la hipótesis realista de que no hay progreso posible con alguien descentrado a cargo y que esta mínima elección municipal puede empezar a pavimentar una renovación presidencial que no implica una renovación de programa económico. La coalición cuerda del superávit.
De seguir esta recomendación gratuita de Un Correo…, y si le va bien, puede escapar del fracaso del gobierno nacional, porque es una elección que lo separa del contundente apoyo a Milei previo al balotaje y luego repetido en distintas escenas. Si municipaliza y hace ombliguismo de las gestiones del PRO y le va más o menos es el fin de una era. Entiendo que la decisión de que sea así está indicada por el pánico a que los votantes de Milei y Macri que están en la misma pecera crean que votar contra el presidente puede afectar el plan económico. Me la jugaría que un quinto del electorado, al menos, o sea mucho en esta elección de legisladores tan peruanizada, puede separar los términos y una campaña definida en esa vocación de reemplazo presidencial pero sin reemplazo de programa pueden resultar un bálsamo y una esperanza. Si van por lo municipal y el Anillo de Saturno en la Costanera, y la línea F de fake, van a tener que hablar mucho del olor a pis.
No dejen de sostener mi emprendimiento.
Sé cuántos de ustedes iniciaron el trámite de 10 segundos que permite colaborar, y lo abandonaron porque al fin de cuentas se puede leer gratis igual. Esta es una nueva oportunidad de acompañar al autor. No la desperdicien. Un aporte mensual ínfimo por un consumo que efectivamente hacen.
Insufribles
Hay un falso uruguayismo circulante, seguramente más allá de la voluntad, una forma de estar en la ciudad, de comerciar, que funciona a base de uruguayismos como “pasen bien”. Compañeros que encajan el diminutivo a cualquier objeto o práctica, siestita, paseíto, sopita, chipacito, para suavizar al argentino y presentarse como semirurales.
Esto lo van a empezar a registrar: se está usando el “muy hermoso” para muchas cosas. Uno diría que con “hermoso” es suficiente porque tiene algo ya fronterizo, como que después de hermoso no hay mucha más nota para poner, pero ahí está el argentino diciendo “muy hermoso” para algo que escribiste o que pintaste o que pariste o que cantaste o que organizaste, y el sobreentendido incluye que no se trata de una calificación sino de un estiramiento de la conversación liviana para mantener sobre una superficie boluda la charla sobre lo que escribiste, pariste, pintaste. Se exagera a propósito para ambientar la sociabilidad, darle un marco zonzo, amoroso, que inhiba de arranque el erotismo, la guerra, y la posibilidad de hacer historia.
Hay otro sobre entendido, también en el primer centimil (al cual todos ustedes pertenecen y que les permitiría colaborar con este correo sin problemas y soltar de una vez la culpa de no hacerlo), que en cualquier reunión publica, apertura del ciclo escolar, el presentador, la curadora de la muestra, debe decir, de una manera u otra, “con todo lo que está pasando”, “lo que estamos viviendo”, “en estos tiempos… difíciles”. Es notable que necesiten cargar con la política prosaica algo que muchas veces tiene mas elaboración e historia e importancia que la coyuntura. Por qué no creer que una muestra de artes visuales o un acto escolar son más importantes en sí que todas sus ideas sobre la presidencia de Milei. ¡Para pensar!
Vuelven los actos escolares y el primero fue por el Día Nacional de la llamada Memoria. Se insiste en promover la confusión acerca del golpe militar del ‘76 y se lo sigue llamando golpe “cívico militar”. La Jefa Inmortal insistió en este cambio para meter a Clarín entre los cómplices del golpe, porque además, recordemos, la dueña se había robado nietos. O sea, fue una joda y quedó y hoy se sigue promoviendo la confusión en niños de que la maldad de los militares, sobre la que se abunda con relatos e imágenes fuera del horario de protección al menor, tuvo a civiles pobres, desarmados y víctimas, que padecieron la desgracia del exilio interno, y no la fascinante experiencia del exilio en México, como socios o corresponsables. Pasaron 49 añitos del golpe, el año que viene serán 50. Cuando veíamos en el ‘83 las imágenes del golpe de Uriburu en La República Perdida era como ver escenas en blanco y negro de Buster Keaton subiendo una escalera a su estilo, algo viejo viejo, que no dialogaba con el presente más que por la fuerza del guión hiperbólico de Luis Gregorich. No es muy distinto. Persiste el propósito de las viejas generaciones de estresar a las nuevas con historias tremebundas para “mantener viva la memoria”, especialmente la de ellos.
Junto con el inicio de clases empiezan las reuniones de padres con autoridades, una instancia respetable donde se escucha a los maestros decir qué harán, qué no harán y por qué una cosa u otra. Tudo bem. Pero año a año asisto al espectáculo del mapadre gracioso, con mamadre que le sostiene el chiste, como una máquina familiar forjada en una rehabilitación, y que tiene la necesidad de distender una escena, de aflojarla, jarajajearla; en suma, de que ésta no exista en su propósito original, ecualizarla al punto de que finalmente resulte más difícil que aparezca lo incómodo, lo duro, lo mayormente aburrido, que es lo que puede pasar en una charla entre adultos sobre la educación de los niños. Una reunión que no tiene por qué ser divertida, que no debe parecerse a la mesa de un streaming con parásitos pisándose las distintas facetas de su ignorancia. Estos mapadres y mamadres imponen un humor para escapar de lo real, no para hacer catarsis o ironizar sobre una instancia que puede interpretarse como falsa y, por lo tanto, un ejercicio liberador; no, es un acto de poder con un diapasón que pauta la afinación del tono en que se conversa. Qué buenos son que creen que rompen el hielo, que facilitan la vida de los docentes al poner sus palabras bajo el paraguas de la comedia y permiten a los pobrecitos de los otros padres, menos dados a la expresividad, sentirse cómodos.
Cabo suelto
La doctora Camila Perochena es la directora de la Maestría de Periodismo de la Universidad Di Tella, y también hace una columna de historia en el programa de Carlos Pagni. No llego normalmente a verla porque es muy tarde pero las veces que lo hice noté que gesticula mucho atenta al consenso de que las materias duras deben ser acompañadas de alguna forma divertida o hasta boba para que se toleren. Tudo bem. Mucho más me llama la atención que su presencia en el programa tiene un auspicio, el de una tienda online de arte, Diderot (la linkeo para que se lleven algo de acá sus dueños, gratis, sin colaborar, no necesitan agencia de comunicación, que sientan el rebote inesperado), que parece un aviso que llevara ella, o que la producción calza en su columna y que el televidente absorbe sin discriminar si se encuentra ante un espacio publicitario o de acción social. Puede que el chivo le mejore la remuneración provista por la productora del mismo Carlos y del forista Nico Dujovne, o no, que sea simplemente algo que no puede elegir. Llevar un reclame o cantar un aviso como PNT no es nuevo pero es una muestra cabal de pobrismo y del esfuerzo por maximizar ingresos. Es el mundo de Paulo Vilouta. Podrían poner la placa nomás, pero ella también está obligada a decir algo sobre el cuadro que, además, siempre dice algo sobre la realidad, o que le da algún pie para hablar de historia. Es realmente para morirse ese minuto.
Pero a lo que iba es que, a priori, tratándose la UTDT de una de las universidades más importantes del país, sino la más importante, frente al Monumental, con el metro cuadrado más caro del país, uno diría que quien resulte el Director de una Maestría debe ser alguien que se toma en serio y a quien otros en el mercado toman en serio. Sin embargo, veo también esta promoción del canal Cenital Fundar, donde la académica está en la fila de los personajes secundarios de la plataforma.
Abajo de ella, en la fila de los extraditables podemos ver a Felipe Pigna que tuvo un largo cuarto de hora por su habilidad para la divulgación histórica que consiste en pescar lo que las masas pueden entender sobre próceres y sobre las guerras más conocidas y que las observaciones no abran ramas, ni las conclusiones afecten los lugares comunes, un papel de encuadrador. También tudo bem. Pero Felipe es profesor egresado del Joaquín V. González, el Mariano Moreno a la noche, y Camila es DOCTORA en historia. Como directora de la Maestría y por el enorme prestigio de la universidad, podría mirarlos desde arriba a todos, sentar doctrina sobre aquello a lo que se llama periodismo, podría hasta representar una amenaza deontológica para los periodistas que están en cualquiera, la inmensa mayoría. La Maestría, o su máxima autoridad, podrían expresarse sobre los click baits, sobre las publinotas del diario La Nación, sobre el ensobramiento que pone sobre la mesa nada menos que el presidente de la Nación. Nada.
No es obvio que ella deba aceptar un papel secundario o decir ‘ta bueno, hay que tomarse una sopita, y es mucho menos obvio que la universidad tolere o incluso festeje que su principal autoridad en la Maestría ejerza el periodismo en ligas que son totalmente menores o acepte roles secundarios y quede en un pie de igualdad con el resto de los muchachos de la foto que son periodistas que uno puede ver en los recortes de video que circulan por Instagram y que en su mayoría alimentan con gran alienación la máquina del entretenimiento con sospechas sobre el poder y cuentos sobre trastiendas que no han visto; son compañeros que, además, eligen ser intelectuales orgánicos del déficit, con la única distinción al interior del progresismo tradicional de que su patrón en FUNDAR, Sebastián Ceria, alienta la exploración y extracción submarina de petróleo y la perforación de montañas hasta que no haya más que una roca aburrida, sin filo y completamente inútil orbitando el sol. Pueden ser buenas personas, excelentes padres de familia, como decía Guillermo Nimo, pero ni son doctores ni dirigen una maestría.
Me dirán: ¿y a vos qué carajo te importa?
Poco, honestamente, pero la decadencia de la elite, el daño que se autoinflige para descartarse como actor de importancia por el beneficio menor de hacerle la coreo a los políticos por unos mangos o, peor, a los influencers de los medios es tema recurrente de este newsletter. Ya repudiamos en su momento los premios Konex.
Puede que la que esté mal encuadrada como directora de una Maestría en la Universidad donde enseñan tantas eminencias sea Camila y que a su naturaleza la amarre mejor el pobretón star system local, pero si no es así y su selección como Directora fue muy razonada por la contraparte: ¿no puede la universidad pagarle un sueldo que la libere de tener que ser auspiciada en la tele y promover el amarillismo académico en un canal de YouTube? Tomarse en serio, compañeros. No quedan muchas más jugadas.
Taller Shampoo
Desde abril, jueves a las 18 hs, Chacarita. Inquietudes aquí: tallershampoo@gmail.com
A quien corresponda
Hasta la próxima
Ese Cabo fue un correo de regalo con el correo
El bonus track aka cabo suelto, fantástico. Nada que agregar pq me sobra tirria. Todo el correo este es de colección.