La liberación de progregiales
El corte de la avenida Elcano fue una pesadilla de dos años que terminó de liquidar a la fuerza de Macri, como partido de vanguardia ciudadana. Ahora ya se puede circular, pero adónde vamos. Extras.
Compañeros, se liberó Colegiales, se terminó el ghetto, la gente puede salir en sus camionetas sin padecer las demoras en Avenida de los Incas. Cuántos votos le costó a Jorge Macri semejante trampa no se puede saber, pero me la juego que fue significativa porque la desobra en Elcano fue larga, imprecisa en su ejecución, confusos los tramos involucrados, los cortes, todos antojadizos, los cambios de mano…, un completo desinterés por informar sobre plazos, no te digo costos. El contratista iba rompiendo las bolas de acá para allá, sin cruzársele la idea de que podía involucrar a las víctimas en su memoria constructiva y el estado municipal quedó totalmente fuera de la cuestión, más que para prestar los honguitos amarillos monotributistas de la categoría baja que sufrían tocando el silbato para que la gente no se mate en las bocacalles. Al menos eso. Habrán pensado que estar en obra es progreso, que estaríamos chochos, sí, pero si sabemos de qué se trata y cuánto dura. Si encuestan en la calle Freire, cien mil muestras, para no quedarse cortos, para qué sirvió el corte de Elcano, la ignorancia sobre la razón se va a llevar el 95 por ciento de las devoluciones. El resto serán respuestas equivocadas. Por cierto, los afectados fueron no sólo los atrapados en Colegiales sino quienes viven en los barrios vecinos, Belgrano, todos los mapadres del reputado Pestalozzi, de la NEA, la gente de Chacarita que salía hacia el norte o que volvía. Fue un verdadero infierno que cruzó dos gobiernos municipales, fue como la guerra de los cien años que acabó porque nadie sabía por qué empezó o como la construcción de las autopistas de Cacciatore, pero sin las autopistas.
Así se extingue el PRO, atontado por el fracaso electoral, herido en su autoestima por el abandono de los votantes, siempre inconsciente de las tareas básicas que le competen a un gobierno por la tara, el oído absoluto que desarrollaron sus padres fundadores y su burguesía gerencial para los negocios, independizados de la utilidad concreta para los vecinos, que a veces la tienen. Ahora van haciendo la toma de ganancias final o rematando el stock de la mano de dos pícaros sinvergüenzas como Santilli y Ritondo, hombres del subsuelo. No era tan fácil ser el cambio, eh, Marcos, decirle a todos los demás cómo había que vivir y bla bla. Otra generación de pistolas se hunde en la historia y se retira de la escena con el pescado sin vender. Lo quería decir. Buen.
Sori la demora en publicar, hay que hacer esperar a las masas, decía Maquiavelo, pero no fue esa mi especulación, sino que me pasó un asunto rarísimo. Arranqué a entrenar fuerte el 1 de julio, aniversario de la muerte del general Perón, pero se ve que hay algo en las conexiones cerebrales que impiden o vuelven contradictorio el acto de empujar, levantar cosas pesadas, hacer movimientos enérgicos, con la languidez necesaria para que los dedos lleven la información, la maldad, que produce la inteligencia, mucha o poca del compañero payador, al texto. El café humeante, el croissant al costado apuntando a la sede de la UTDT, todo eso no matchea para nada con la agilidad del deportista, los saltitos, el skipping, y el vaso mezclador para el shake de proteína y creatina. Es así. Fue duro el trámite de estas semanas, fueron dos identidades luchando entre sí para ganarse un lugar. Pero no podía cancelar al deportista, ya no, luego lo detallo. Había, además, publicado el domingo 29 de junio en Supernova, sé que siguieron el link, gracias, que también me comió un montón de tiempo y energía, y me sentí un poco cubierto como autor y en relación a los compañeros y compañeras afiliados al correo que eventualmente lo abrirían, y eso me alivió la zozobra que me provoca que el tiempo pase sin que pase nada. En mi honor escribí un montón, pero escribí mal. Redacté unos cuarenta mil caracteres en dos documentos, uno llamado “Máximo”, y el otro “Julia”. Retratando en el primero al hijo de la Jefa Inmortal, y en el segundo reflexionando sobre la rutina digital de arruinar gente que tiene el mileísmo en redes con el propósito de que el tiempo pase sin que pase nada, conversando de cualquier cosa menos de lo que el gobierno prefiere no conversar. La víctima principal del baiteo fue esta vez la empresaria de medios Julia Mengolini, dueña de Futurock (Futuro Cristina Kirchner).
Me releo en ambos documentos, especialmente el de Julia y veo repeticiones conceptuales por todos lados porque todo está igual a como ya lo había escrito en textos anteriores sobre Milei, el mileísmo y el baiteo como instrumento. La política va mucho más lenta que la capacidad de especular sobre lo que está a la vista. No es tan dinámico como se pretende. Dinámico es el balero, pero los actores se repiten mucho aún en el rupturismo de sus manifestaciones o gestos.
Máximo, como texto específico, un poco me cagó porque él pide a gritos no ser candidato, así que posiblemente no lo sea. Cuando me puse a escribir pensé que era más cantado que lo sería. La madre lo mandó a hacer prensa a repetición para que pierda la fobia, para foguearse, aunque sea con periodistas amigos en un diálogo más o menos de pares, donde él no puede ser con ellos claramente el patrón que es en su vida diaria con los chicos de La Cámpora que no tienen más remedio que reírse de sus chistes o solidarizarse con sus bajones de ánimo. La idea de Cristina es que cuando ella pique cebolla durante su encierro, que será de años, Máximo llore para la tribuna, que florezca el amor incondicional y cien flores florezcan y cien escuelas de pensamiento kirchnerista, pero más que nada que nazcan jueces absolvedores. Con él, la jefa no se puede equivocar como se equivocó con Pito Duro.
Durante las entrevistas experimentales, Máximo fue de lleno con su primera estrategia de supervivencia que es ser un muchacho de tono grave, como el de quien custodia un secreto y un dolor. El gaucho que está impedido de escapar a una vida bucólica porque algo lo ata: la madre, el padre desde el cielo, la hermana enferma, y tiene que cruzar los poblados llevando una mala nueva: el país está arruinado y Mamá está presa.
La seriedad también lo ayuda para no ser sorprendido deseando otra cosa que no sea el mundo de un político, un encierro donde sólo se habla de la rosca, de los nombres propios, los votos, los intercambios de favores. Es, también, un efecto secundario de la castración. Ser obediente, para no ser feliz. Máximo le ofrendó a su madre el dibujo de su propia vida.
A veces cuando se evalúa su personalidad, el brillo de sus ojos, se cree ver algo así como ignorancia en el fondo del arco. Creo que se exagera. Máximo juega en la misma liga del español breve de Espinoza o Insaurralde. Lo que no aprendió, a diferencia de ellos, es a darse los gustos, a cobrarse el esfuerzo de abrirse camino en la vida a los empujones. Máximo podrá imitar al padre y a la madre pero nunca tendrá las razones del padre y de la madre para vivir la vida de ellos. Durísimo. Ojo, a veces las dietas también te dejan ahí, amargado, se paga un precio enorme por las privaciones.
Pero es verdad, es modesto intelectualmente. Un paraje como Río Gallegos escupe sujetos así, si no se frota al individuo con algo más sofisticado, viajes, institutrices, padres que les lean de noche. Gallegos es un sitio tan alejado geográficamente del centro que intendentes con amor podrían haberse propuesto la tarea de acercarlo, y crearle al poblado el perfil necesario como para que siempre quisiera alguien visitarlo desde cualquier lugar del mundo desafiando la distancia y el frío, que tampoco es nada del otro mundo.
Los Kirchner, a cargo de la ciudad y la provincia los últimos cuarenta años, prefirieron no avivar giles sobre los kilómetros cuadrados que administraban y dejaron una ciudad chiquita y deslucida con cientos de galpones diseminados, los cafés de especialidad de la zona. Lo que los Kirchner hicieron y dejaron de hacer con Río Gallegos y Santa Cruz tiene un parecido con lo que hicieron y dejaron de hacer con Máximo y Florencia. Le dieron al país chicos tristes con mucha distancia cultural con quienes dispusieron de los mismos recursos para educarse. Incluso los chetos más descerebrados hablan inglés o juegan bien al rugby o a la pelota.
Volviendo a la actualidad, ja, el cristinismo tiene una sola hipótesis de trabajo: que el programa de Milei terminará cayendo como consecuencia del atraso cambiario y la pérdida de empleo y que esto creará la crisis política necesaria que los reponga como opción plausible de poder. ¿Por qué no?
En principio no pasó nada con la revuelta con la que amenazaron Emilio Pérsico, en nombre de la vieja guardia montonera, y Pedro Rosemblat, de la nouvelle vague de los streamings si Cristina iba presa. La radicalización es muy limitada. Se le prometen a los mileistas, a los gordos dan, unas ceremonias finales para sus vidas, del tipo como a los nazis les va a pasar, unos ajustes de cuenta que se cantan fáciles, pero que después requieren compromiso, exposición, riesgo, mártires. No hay gente para esto en la Argentina. Están todos mirando su telefonito. El revolucionarismo en marcha es parte de la mímica, como lo fue el estado presente.
Ya termino
Lo mejor, de todos modos, es que arranqué a entrenar. Hace un año vengo con tenis intenso dos veces por semana pero no pude remitir debidamente los niveles de azúcar, ni bajar los cinco kilos extra que tengo que no son la gran cosa, i know, pero me los quiero quitar. Me puso nervioso algo que escuché sobre la diabetes 2, un médico en el club, que puede ser una gran fuente de infortunios, el inicio del apocalipsis personal, y el tenis dos veces por semana, aunque intenso, no me estaba asegurando la remisión de los niveles de glucemia altos, border, que me tienen estacionado en una situación de prediabetes, así que pude hacer ahora el esfuerzo para arrancar.
La privación de sueño de los primeros años de mis bendiciones me impidieron siquiera pensar en la rutina física y luego transformar al newsletter en mi primera fuente de ingresos implicó que cualquier cosa que me distrajera de escribir y pensar me complicaba, y buen, sacrifiqué el deporte. Ya está, ahora no puedo sacrificarlo más. El tiempo que no inviertas en tu salud, lo vas a gastar en la enfermedad, no sé si lo leí o lo pensé, pero la ecuación me convenció. Coincidió felizmente con el gran frío de esta primera semana de julio, el cuerpo compensando con su acción la temperatura exterior. Mejor que el aire acondicionado, el gran desvirilizador. Por suerte tuve muchos muchos años de entrenar fuerte así que fue como volver a andar en bicicleta. Me salió todo bien, no me duele nada y la recuperación es rápida. Además, alcancé el último jueves a la noche mi puntaje más alto en calidad de sueño: 90, recibiendo un “excelente” por parte de la aplicación Fitbit.
Cuando se duerme así, se puede de todo. Vuelvo en pocos días.
ARTE
Las dos están muy bien en la riña; Marcelo, en su prime, sintiendo la excitación de la audiencia en el oído. Mi frase favorita, la de muchos: “No seas subestimativa de la gente”.
ARTE 2
Como todo el mundo sabe la plata que juntaron los Kirchner desde los cargos para los cuales fueron legítimamente electos fue usada para hacer política, para el bien, pero, además, hicieron este programa super bueno de clases de Ricardo Piglia sobre Borges que se emitió durante el mandato de la Jefa Inmortal. Si alguien no lo vio, véalo; si no puede verlo ya, lo abre en youtube, le da like y lo pone en la carpeta ver más tarde. Y alguna vez lo ve o lo escuchan en el auto o caminando, es lo mismo.
Insufribles
Hay una relación médico paciente tortuosa que se da en los pasillos de los hospitales, clínicas. La provocan los médicos, que son los que mandan. Dicen en la consulta pactada, oficial, venga sin turno el viernes y vemos la plaquita, o les firmo la orden, o vemos el laboratorio. Y luego lo olvidan, naturalmente, así que cuando el médico sale al baño, o a flirtear con la visitadora médica, o simplemente asoma la cabeza para llamar a un paciente con turno ahí se abalanzan los sin turno y es cuando el doctor o doctora, mantienen su inercia hacia donde estaban yendo o en donde preferían permanecer, y los pacientes luchan por retenerlo o acercarlo y, en esa escena, conversan, diagnostican, curan o hunden en la incertidumbre a un paciente angustiado, y firman lo que haya que firmar, hinchados las pelotas.
Gabriela Sabatini. Más allá de que a mí no me parezca en lo más mínimo que cada año esté más guapa, como se pretende, porque la verdad que así como hay hombres que después de los cincuenta empiezan a parecerse a profesoras de inglés lesbianas, Gaby se va pareciendo cada vez más a un camillero dominicano, fibroso... lo quería decir, buen, más allá de eso, lo que quiero señalar es que sólo se retiró hace 29 años del tenis, se va fundiendo en el infinito del pasado con la llegada del hombre a la luna, el asesinato de Kennedy, pero buen, y todos los Roland Garros pacta la misma maldita nota en medios grandes para favorecer a las compañías que la contratan y acomodan el banner para la foto, y cada año, como la nota de los primeros bebes de un primero de enero, el tema de la entrevista es que cuente cómo es su vida retirada, horrible, anda en bici, todas huevadas, pero con una larga serie de preguntas que están vetadas, temas familiares y vida sentimental, entre las principales, así que un embole absoluto.
Paula Pareto. Qué difícil tener una medalla de oro y no tener la más puta idea de cómo sacarle jugo, incluso estirar la aceptación de que esto es imposible si practicabas Judo y tenés la altura de Danny de Vito. Parecía que Paula se recibía de médica y listo, no cierto, ¿no entendimos todos eso? Estábamos preparados para eso, la medallista olímpica que es médica, punto. Tan ejemplar como deportista y argentina que así como entrenaba, estudiaba. ¿Pero su carrera de médica dónde quedó? Porque, sin elipsis, empezó a hacer videos medio de circo, que arrancaron durante la llamada pandemia, en los que muestra su fuerza increíble y camina por la casa apoyada en un brazo, pero ahora tiene otra serie de educación física más de bienestar para la mujer argentina, y en el medio también abrió un café, y se volvió pastelera.
El concepto de “comunidad” que designa el mundo de personas con interés comunes, objetivos. Por ejemplo, la comunidad de Gelatina, o de este newsletter. Me indigna, crea la ilusión de que hay algo profundo, que podés perder la comunidad si te portás mal como creador, si no rendís de acuerdo a un standard. Me hace pelota. No seamos una comunidad.
Los mails de promoción que en lugar de ir muriendo hacia abajo en la fila de los que no abrís, se vuelven a poner primeros para recordarte que ahí están. ¿Le pagan a Gmail? ¿Es tecnología de ellos?
Pablo Avelluto. Me parte el alma porque es forista del correo, pero realmente ya cruzó todas las líneas tolerables en su reagrupamiento conceptual con el viejo progresismo, para ayudar a Larreta a hacerle puente con el kirchnerismo, o el mercado kirchnerista, y con vistas a algo aún impreciso. Pablo pasa días enteros subido a Twitter, encontrándole la vuelta a un mismo dictamen: que el mileísmo es un fascismo, y peleando con quienes lo relativizan y solidarizándose con cientos de causas que durante su estadía en el macrismo habría soslayado en nombre de dejar atrás viejos dogmas ¿Después de mil horas de reuniones con Marcos Peña se puede volver a cantar canciones de protesta?
Charo López es una actriz totalmente identificada con la idea del déficit fiscal que actúa en los streamings. Pero a diferencia de, no sé, Malena Pichot, y que dios me perdone, carece totalmente de gracia, aunque su papel es todavía más desafortunado: es la encargada de mantener un clima irónico, burlón, como el maestro Marzán daba con su piano marco de suspenso o de tontería a los distintos tramos del programa del ruso Sofovich. Charo no aporta información, no aporta interpretación y no hace chistes. Y su repentización, por lo que le pagan supongo, deja el tema del día peor de cómo fue encarado ya por la pobreza intelectual inherente a los conductores. Veo en ella a la niña encargada, en juntadas familiares, de sostener con su simpatía, pasando de brazo en brazo, la armonía para que no sea sólo un domingo perdido para todos, la cagada de reunirnos.
La torta vasca. De un día para el otro, todos los cafés de especialidad en Chacarita y Progregiales se vieron en la obligación de ofrecerla para no sentirse menos que nadie. Veremos la evolución este producto, que es una cheesecake cocinada a alta temperatura.
Roy Hora. Durante la semana explotaron muchos grupos de whatsapp luego de que Roy tuitiara:
La indignación general fue porque Roy exteriorizara el miedo a que pensaran que publicar en Seúl lo volvía una basura de derecha, así que sólo estuvo de visita en la revista digital dirigida por el forista Hernán Iglesias Illa y lo hizo porque tiene una gran misión: que su texto cubra didácticamente a la argentinidad toda, sin distinción de credos ni banderías, para que pensemos en lo que el profesor nos pide. Días después, totalmente subido a la moto de que los historiadores tienen mucho para decirnos, tanto desde el fondo de la historia como desde arriba de un banquito, le dijo al diputado Fernando Iglesias que no le daba el pinet para discutir con él. Puede caerle mejor Gisela Marziotta, pero si a un diputado de alta escolarización como Iglesias no le da el pinet para discutir con él, bueno… Lleva meses el historiador en Twitter tratando de colar en la mesa de los influencers que quieren decirnos cómo pensar las cosas. Creo que ya se le abrió el lugar, puede dejar de calcular la prosa exacta de sus manifestaciones para caer parado y descansar.
Quién habla y por qué.
Este correo está dirigido, más allá de mi voluntad, a una ultraminoría. Lo escribo con el propósito de obtener recompensa psicológica, pero también material, el placer obtenido al cerrar el correo después de cien horas y enviarlo es mi dopamina cara, y recibir los rebotes de satisfacción, mi dopamina barata. La contribución voluntaria, que es módica para cada uno, iyisoria decía el doctor Menem, en la integración de todas, me permite comprar el tiempo necesario para sostener una vida en la especulación y no tener que vender frutillas en la ruta. Agradezco cada aporte y espero como un niño hambriento el del compañero que se resiste.
Pero si acaso este correo tuviera una ulterioridad más evangélica, un uso político, es algo así como hacerle compañía intelectual a quienes lo leen, que son preponderantemente compañeros y compañeras que luchan cada uno en su ámbito para llevar su idoneidad a fondo, que tienen un debate íntimo y diario sobre la hipocresía, la propia y ajena, que buscan ser auténticos, aunque duela, que apuntan, siempre, a que prevalezca lo bueno y lo verdadero y eluden, o intentan eludir, las trampas que el capitalismo tiende sobre nuestras conciencias haciéndonos víctimas de deseos que no tenemos y hasta de vacunas que no nos hacen falta, tal la maldad.
Si pensaste muchas veces en apoyarlo, es hoy.
Brillante el episodio sobre las llamadas Memorias de Beatriz Sarlo en el podcast Desinteligencia Artificial que animan los foristas Marcos Zurita y Hernán Vanoli.
Hay un Semán que sale mucho en los medios, tanto que pueden llegar a darle un Martín Fierro en cualquier momento. Ese se llama Pablo. En el video de abajo van a ver a Ernesto, tan inteligente, agudo, serio, adjetiven ustedes, como su hermano mayor. Lo dejé empezado porque la intro del conductor es muy pesada. Vale la pena.
Murió Mario Mactas, padre de nuestra forista Mariana. Marcelo Stiletano, también forista, le escribió ayer uno de sus grandes obituarios urgentes en el diario La Nación.
Última entrevista al Doctor Ricardo Sidicaro con mayor profusión de “pelotudos” de los que eran habituales en sus manifestaciones y que contiene el más inolvidable de sus punchlines, el que decía: “la Argentina no existe”. Aquí.
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Un lugar los martes, un lugar los jueves. Siempre a las 18 horas, en Chacarita.
Manifestar acá: tallershampoo@gmail.com
Otro hallazgo del compañero Schmidt: Río Gallegos y Santa Cruz, Máximo y Florencia.
Gallegos, un pueblo que va creciendo y Néstor se hace señor feudal, le sobran los recursos, ¿Qué elige? Elige la maquinaria de la reelección: tribunales, ley de lemas, reformas constitucionales. Sabe que un voto libre y un desagradecido son sinónimos. No hay que darle nada al pueblo si no hay un pagaré firmado antes. Entonces no florece nada en Gallegos. Falsifican pavimentarla, total llueve cada tres años y si el aguanieve se lleva el asfalto, se vuelve a falsificar. ¿Para qué hacer cloacas si asegura mejor el voto pagar unos pesos a la comparsa de las lemas? El pueblito se hace ciudad a los tumbos, torcida, agujereada como un gruyere. Y Néstor repasa su libreta, las columnas de las personas compradas, los precios, y lo más importante, el saldo último, el de su caja llena de ceros, y reflexiona que es imposible hacerlo mejor. La ciudad y la provincia están abandonadas.
Máximo y Florencia van creciendo a los tumbos. Están abandonados, no son queridos. Muy feos para Cristina, muy estúpidos para Néstor. Mejorar a sus hijos, frotarlos con algo de sofisticación, escapa a su ambición. Que aprendan inglés, ¿Cuántos ceros pone en mi libreta? Qué termine el secundario sería bueno para el chico, pero ¿Cuál es mi parte?
Pobres niños abandonados.
Semán dice "no le encontraron la vuelta a la inflación" Vamos señor, la falsificación de dinero enriquece al falsificador y empobrece a todos los demás. No hay "vuelta que encontrar", no se trata de una hechizo que enseñen en quinto año en Hogwarts. El gobierno debe resignar la falsificación del dinero, y administrar la escasez.