Con atraso cambiario somos todos pistolas
Compañeros, qué año interesante y posiblemente divertido nos espera con Trump reordenando el planeta a su modo, y las elites argentinas, nosotros, acomodándonos o resistiendo al demente local.
El descanso es una materia inconmensurable, así que me resulta difícil afirmar que lo hice. La idea popular, publicitaria, de cortar y desenchufarse, como un procedimiento terapéutico, es difícil para todo el mundo. El centro tira, compañeros, y cuando digo centro digo el corazón magnético de mi interés, que es la materia de mi conversación mental tanto en el semáforo como en el borde de una pileta, y sobre el cual finalmente escribo estos correos. La terapéutica vacacional habría consistido en resistirme a mi interés, en no leer para nada las noticias, no ir al super, para volver más fresco sobre mi interés. Suena bien, pero después hay que hacerlo. Lo entiendo como uno de los lujos que podemos darnos los seres humanos: separarnos del deseo. Pero yo, en general, no pude: no descansé de mí mismo, de mis temas, y escribí mentalmente cada día, sin poder sentarme a escribir porque estaba de vacaciones, y manejé cinco mil kilómetros, pero al menos volví con dos hijos más altos, más grandes, más espectaculares y felices.
Como actividad cultural, vimos muchos documentales de animalitos con mi hija Amparo, en el Ipad, transpirando, pegoteados los dos, debajo de un ventilador de techo en Cutral Co, Neuquén, la patria chica de su madre. Nada de huevadas: fuimos directamente a los animales que migran y pastan, pesados y mayoritariamente lentos, y luego a los depredadores, los que luchan cada día por dar con el animal al que puedan matar para comer y alimentar a sus crías, que aprenden con ellos a cazar, hasta llenar el estómago, saciarse y volver a seguir huellas, olores y así cada día. Vi tantos documentales que es evidente que ciertas zonas del mundo, la sabana africana, el desierto del Serengueti, son directamente sets de filmación, así que es probable que ya no existan leones o cebras que no cuenten en su pobre subjetividad con la presencia humana que los filma desde la superficie o desde mediana altura con drones, mientras se mueven de un lado para el otro. Se han quedado sin intimidad, es por supuesto un tema de ellos con sus sindicatos, pero no queda nada en el mundo que sea un misterio. Y esa es una diferencia clara entre los criados con los documentales de Jacques Cousteau, que apenas podía sacarle declaraciones a las ballenas, y esta intromisión de las Go Pro en el útero de las delfines. Y ese es el mundo en que se crían estos niños de 2025, todo está a la vista, establecido, clasificado. Y hasta los animalitos que se extinguían por el avance del hombre, por el mismo avance del hombre dejan de extinguirse porque se los necesita para los documentales y la industria del turismo. El misterio está fuera de la tierra y más que nada en el futuro de la tierra, pero ¿cómo hablar con ellos de esto sin enloquecerlos? Más abajo dejo link a una interesantísima entrevista que se publicó ayer en Revista Supernova a Tomás Legón.
Con niños es imposible descansar, o sea descansar de ellos; la demanda es altísima y corresponde no fastidiarse, toca entregarse al destino y armar el mejor ecosistema para que crezcan sin que el fastidio de los padres sea el que ordene la jugada de prohibiciones o accesos. Por supuesto que tampoco es cuestión de una manipulación mental que lleve los gritos a cero o que los niños no conozcan el dolor de los padres por la total vampirización de su tiempo e intimidad. Creo que sí tienen que ver el fastidio, si este aparece, pero tienen que ver cómo puede gestionarse de la mejor manera. Va para mi capítulo de criando papás.
Como la inmensa mayoría de ustedes pudo ver, corté las vacaciones del Correo, apenas iniciadas, y a fin de año, por el fallecimiento de Jorge Lanata. Sin duda, el personaje merecía que me expidiera y, además, ya tenía escrito el ochenta por ciento de un obituario desde octubre, cuando alguno de esos días la familia había sido informada de la que habría podido ser su muerte inminente, su muerte de octubre. Aguantó el Gordo atado al Dormicum y congelé el texto hasta su muerte definitiva el 30 de diciembre. Me entró la notificación y me senté a liquidar el texto en la confitería del hotel de Puyehue, Región de Los Lagos, en Chile. Esa entrega resultó la más leída de la historia del Correo, lo que atribuyo un poco a la dimensión del personaje y otro poco a la pobreza de todo lo publicado. Se escribieron infinidad de huevadas; la mayoría de sus colegas no pudieron parar de mentir sentimientos y respetos y ocultaron las ideas que el personaje les despertaba, ni se gastaron en explorar los pálpitos contradictorios, lo que hace alguien que escribe. Nada. La excusa rápida es que el día de la muerte sólo hacés elegías. Decepcionante. El Gordo fue un miembro notable del paisaje público y de la democracia y creo que se justificaba preguntarse por qué lo fue. Ese fue el sentido de mi correo. ¿Cómo logró ser quien fue, cuál fue el sentido de su vida para los demás? La mayoría de los textos se dedicaron a congelar el mito.
De los pocos artículos que se escribieron para darle una forma más realista al personaje, me quedo especialmente con el de Horacio Verbitsky en su sitio “El cohete a la luna”. Vale la pena. Otros artículos que aspectan a Lanata no de manera mítica fueron el del forista Sebastián Lacunza en Diario.Ar y el del comunicólogo Martín Becerra en Tiempo Argentino.
Por supuesto que en Chile hicimos compras, aunque no fue el motivo del viaje. No elegimos el atraso cambiario. Pero lo aceptamos con gusto. Más que nada ropa para los niños, que crecen en 2x. Ver argentinos revolviendo ropa en tiendas fuera del país ya es parte del espectáculo de mi vida, desde las primeras visitas a la tienda de Hering en Blumenau en 1980. Ya no me fastidia como me fastidiaba antes, ridículamente irritado por el acento argentino, “che, pero mirá que es un S grande”, lo que realmente me angustia es la repetición: llenar valijas fuera del país mientras un país pobre sostiene un dólar de sueño creando deuda. Cuesta creer que se discuta si vivimos o no un atraso cambiario, hasta me resulta más adulto considerar la hipótesis de una deflación en ciertos precios durante los próximos meses que lo camuflen un poco.
Sobre mis compras: soy un hombre maduro, no grande, no viejo, no joven. Sé lo que necesito para vivir, lo mío siempre son los packs de remeras blancas de algodón, de cuello redondo y escote en v, e infinidad de medias y calzoncillos boxers también blancos. Tengo también una tara con las camisas celestes de lino o algodón descansado, así le dicen, para usar en circunstancias que requieren de mayor formalidad, como cuando sirvo al país como docente y necesito asegurarme el respeto o acelerar la transferencia, o para cuando soy convocado a reuniones de todo tipo, rentadas o no: con una camisa que me crea valor intento cubrir el déficit en ciertas habilidades sociales, como seguir una conversación que dejó de interesarme. Son camisas que también me permitirían asumir como ministro de un país que no existe, y esa fantasía me acompaña desde que leía en tiempo real sobre la cumbre Reagan-Gorbachov. Ser un servidor público de alta jerarquía, del sillón al avión, del avión al salón.
En el último trimestre del año volví al tenis, así que también me compré zapatillas Adidas, las mismas que usó durante el Australian Open Alexander Zverev, las Ubersonic 5. Como cada vez que vuelvo al tenis, siento que lo hago bien, pero sé que pasados los meses se me empieza a encoger el brazo y encuentro que no hay nada para mí dentro de una cancha. Creo que lo que me incomoda es la sensación de falta de progreso significativo. Lo que por supuesto al escribir no ocurre, porque se acumulan palabras, ideas, aunque sean superficiales, se suman lectores, el medallero crece. Con el tenis hay placer en el golpe por golpe hasta que satisface de manera decreciente, entonces hay que apurarse para buscar recompensa y ganar puntos, y buscando los puntos es que me quedo sin aire, sin ganas o, peor, sin razones. Me expedí sobre esta materia en un viejo correo que dejo acá.
Javier Milei y su ballet tiran tanto el offside con declaraciones extrañas, ásperas, contraintuitivas y mayormente revulsivas que hace cada vez más incómodo a sus inevitables próximos socios electorales adoptarlo como líder. Es el peaje que le pone Milei al PRO línea Obama y a la UCR del interior: “quereme así, piantao”. El precio a pagar para escapar de la vieja coalición del déficit, que es escapar de la intranscendencia electoral, la muerte política, y en muchos casos enfrentarse a tener que trabajar para vivir, es traicionarse en convicciones o valores que van mucho más allá de los consensos sobre el achicamiento del gasto público y la facilitación del comercio. El transfuguismo nunca demandó desangrarse tanto. La agenda económica provee votos y socios fáciles, nadie quiere inflación, pero la verborragia presidencial los humilla. Con este duro procedimiento de admisión, la imagen pública del que se asocia decae, pierde respetabilidad y autoestima, lo cual lo debilita en la misma negociación, porque “mirá la basura arrastrada que sos”, y le arruina la narrativa a futuro si una vez adentro todo sale mal después. Ojo, es posible que la burocracia política realmente existente ya hubiera hecho su salto evolutivo de modo que este desafío no sea tan terrible de administrar como se ve desde afuera. Los próximos meses nos darán la idea exacta.
No es por hacer comparaciones fáciles, sino para establecer continuidades y cambios: la Jefa Inmortal y su marido fueron maestros en el arte de humillar al que se acercaba por el pan, la supervivencia y los contratos, pero era un divertimento privado, destratos que subrayaban y daban tono a la asimetría, pero nada demasiado público. Los humillados ganaban su mensualidad e imagen pública de verdaderos edecanes del poder y sólo perdían dignidad ante la vista directa del patrón. El peronismo, además, proveé la ilusión de estar yendo por el camino del medio, por el de la argentinidad y el poder legítimo. Aun cuando todo salga mal, todo está bien, se es parte de la patria misma. Milei es un injerto en la Argentina que conocíamos hasta ayer, una aventura, asociarse con él conlleva el estrés de la incertidumbre absoluta sobre la consecuencias, que claramente con el peronismo no se tiene.
Para confluir con el mileísmo se extiende, sí, el fascismo prêt à porter con la esperanza de que el lenguaje bajo y desenfrenado conecte a los buscas de la política con los electores. No pueden saber a ciencia cierta si es efectivo hablar mal de los pobres, de los planes, de los derechos ampliados, pero imitan los modales de Milei para que les dé los mismos resultados o para, al menos, mimetizarse con él y que si no los acepta como aliados, al menos los electores sientan que son parecidos. El fascismo es barato. Es mucho más fácil estirar la cuerda por el lado del lenguaje, las mayúsculas, las amenazas, y que eso cree la expectativa de que hay algo sólido antes que coordinar las acciones humanas para hacer una gestión que sirva para algo. Creo que es otro capítulo de la mímica estatal que nos trajo hasta acá. La llamada casta nos llenó de impuestos para cubrir el déficit producido por la ineficiencia y la corrupción, y estos aventureros bajan los impuestos pero gravan con fascismo de entrecasa la imaginación del elector para que este crea que hay en marcha algo más que más gordura democrática y delincuencia.
Insufribles
Los que juegan al tenis con remeras de fútbol y trasladan a una escenografía, sobre cuya elegancia hay consenso, el detalle animal del hincha, el vestuario de villa miseria abriéndose paso en la civilización, consustancial con el país que se fue armando hasta acá. No hay metáfora, no hay chiste en vestirse así, aunque sé que a quien lo hace le causa gracia. Es su forma barata de ir contra la corriente, de romper el standard, sin más efectos sobre él que el rebote que recibe quien empobrece el ambiente en el que se tiene que desempeñar.
Los que hablan a los muertos en las redes sociales. Alejandra, me enseñaste tal cosa, volá alto. Concedo a quien lo hizo por primera vez mi simpatía por el experimento, pero estamos por el muerto diez mil al que se le habla en Instagram, con la foto de los dos, usualmente, pero creo que ya está. Me parece muy piola no guardarse expresividad mientras el muerto vive así se va con una sonrisa o cierta sensación de que su vida no fue una cagada completa. Pero este ejercicio de resucitación literaria se tiene que terminar. Me parecen un diez los obituarios, los leo todos, pero probemos pasándolos al tiempo pasado a ver cómo quedan.
Cabo suelto 1
Habrán visto el trailer del relanzamiento del Canal A24, que adjunto, con tipografía que imita a la BBC y la presentación de su staff con un making of de producción fotográfica, algo que ya se hizo al menos cincuenta mil veces. A24 será desde la semana que viene una señal de orientación oficialista más, junto a La Nación + que fue el verdadero huevo de la serpiente y que luego se extendió, al menos parcialmente a TN, creándole un marco aún más grande al discurso antidemocrático. La agenda mileísta va a tener entonces más voceros en más canales. Y la señal tendrá sus periodistas profesionales también (usualmente son los que al menos se pueden sentar a escribir cinco párrafos) para que el oficialismo no parezca tan así, pero el núcleo del producto alimentará al gobierno en su lógico pero no menos circense plan de plebiscitar su gestión en octubre y empujar fuera del ecosistema a los que se resistan al binarismo.
El gobierno ya tiene completamente copadas las redes sociales aprovechándose de recursos infinitos y de la falta total de talento opositor para manejarse en esa liga en la que se come todos los baits imaginables. El romance de Musk y Milei, el mayor crush de la historia de la neurodivergencia de derecha facilita, sin duda, esta hegemonía por la manipulación algorítmica.
Sin pauta publicitaria estatal pero con el pago indirecto a los dueños de los canales en forma de negocios de energía en América 24, inmobiliarios en La Nación y de telefonía y cable con Clarín se puede perfectamente crear la idea de un sistema de medios en competencia. Cuando haga falta ajustarán su sintonía con el oficialismo y durante el año podrán ir y venir con las provocaciones del gobierno, que para eso se hacen, para que algunas cosas se noten menos. En estos casos, siempre parte el alma el papel de los periodistas profesionales, algunos son socios, cómplices directos de la jugada, otros no, están haciendo su carrera, o así lo creen, y éste sería un eslabón más. Vivirán incómodos aquellos a quienes les cueste más hacerse los tontos. Cuando entra el pago es todo felicidad, pero hay una cara de boludo que se constituye cuando uno sólo es funcional y se afecta el gran sobreentendido de la prensa blanca, su juramento hipocrático, la obligación de perseguir la objetividad aun cuando ésta sea una ilusión. Puede que me esté perdiendo algo, pero creo que no.
Cabo suelto 2
La llamada casta no habría podido llegar tan lejos sin los periodistas que coordinaron sus ingresos con ella, y por supuesto la contribución de los profesores asesores, FLACSO, UTDT, UDESA, CIPPEC, y de las consultoras de opinión pública. La democracia argentina fue un rompecabezas que siempre estuvo armado, y yo diría que ese es el consenso secreto del ‘83. Arriba, todos contentos. En ese sentido, Poliarquía es parte de la historia grande de la fundición del Estado argentino y del fracaso democrático. Las distintas generaciones de socios se hicieron millonarios poniéndole los números equivocados a todas las malas prestaciones que los funcionarios públicos ejercieron en contra del pueblo argentino. E insisten, claro, qué van a hacer. El 14 de enero dieron a conocer su encuesta anual sobre líderes y sobre periodistas respetables. Normalmente la daban a conocer a fin de año, para respetar el calendario, pero es probable que hayan estado esperando un depósito hasta último momento y lo patearon. Sobre los lideres, Poliarquía siempre es oficialista así que clavó al triángulo de hierro en los primeros cuatros lugares; por efecto del diseño del cuadro, de todos modos, el reputado Santiago Caputo queda al lado de Javier Milei y Messi, jaja.

Sobre los periodistas, es conocido que Poliarquía tiene un acuerdo de mutua promoción y protección con La Nación así que no sorprende que cinco periodistas de ese medio estén dentro de los 25 más presentables, aunque es totalmente lógico en los casos de Carlitos Pagni y Luciana Vázquez porque hacen mucha diferencia y ésta salta a la vista. Pero dios sabe lo que cuesta terminar un artículo de Jorge Liotti, hay gente a la que le dan la extremaunción en medio de la lectura, y quedó segundo ¡por segundo año! Misterios. Poliarquía no presenta la metodología, ni cuántos votan, ni quiénes votan. Hay que creer.
Hace dos años la periodista de Diario.Ar y forista de Un Correo…, Victoria De Masi, luchó con Alejandro Catterberg, director de Poliarquía, para que le responda sobre esos aspectos básicos y en este artículo se refleja el fruto de su esfuerzo. Cuando Victoria hizo su investigación la lista era de diez. Al año siguiente la ampliaron a 25. ¡Total! A más cobertura de nombres, menos chances de que alguien quiera exponer el ridículo de la encuesta como lo hizo De Masi. Con más premiados son muchos más los que los felicitan en redes sociales, estos agradecen después, uno por uno, un gracias, un corazón, un like, la mancha de humedad social crece, y la legitimidad queda asegurada de esta manera y de forma gratuita para la consultora que contrata más diseñadores gráficos que sociólogos.
DIRECTIVAS ANTICIPADAS.
Algo interesante del último correo fue la cantidad de clics que le dieron a las directivas anticipadas que uno puede firmar para asegurarse un tránsito a la inmortalidad menos penoso del que le tocó a Lanata. No menos interesante me resultó que se saltearan olímpicamente los botones de la contribución mensual para el sostenimiento del correo. Verán en la captura de pantalla que sólo cinco personas hicieron clic, pero sólo una concretó la operación.
Dejo de nuevo los botones de suscripción con la esperanza de que cliqueen y se la jueguen, así yo trabajo durante el año con la seguridad de que las horas que me lleva escribir y pensar, aunque sea mal, puedo consagrarlas completamente. Parto de la base de que todos los lectores son miembros del centimil más alto de la sociedad argentina. También dejo el botón de directivas anticipadas.
Démosle clic, vamos Menem.
Cabo suelto 3
El video que presento tiene un mes y monedas pero como nada cambió demasiado creo que vale la pena verlo. El entrevistado es el forista Martín Rodríguez y los entrevistadores son Reinaldo Sietecase y Ernesto Tenenbaum, que comparten un programa llamado Pase lo que pase en Radio Con Vos. Martín tiene un entendimiento de la condición humana, de la práctica política, una gracia, y una repentización para conectar puntos distantes que lo hacen único y espectacular. Hace del comentario político una bella arte. Ahí donde esté hay que sentarse a escuchar. Es lo contrario de un dogmático, está para divulgar, pero también está para aprender. Y aún cuando los 25 periodistas erigidos como capos mundiales escuchan, leen y respetan a Martín, más de lo que se leen, escuchan y respetan entre sí, el nabo de Catterberg no arriesga ni a ponerlo a la cola en su dibujo anual. De hecho, si el año que viene cuela, atribúyanme el mérito de empujar, pero si no lo hace se incrementa el ridículo que hace Poliarquía. El pueblo gana de las dos maneras. Mientras la Argentina expresa, por arriba, una profundización de la idiocracia, en los márgenes sigue leudando una Argentina crítica y mejor. Dios te da, dios te quita. Martín es miembro de otro triángulo de hierro junto a Federico Zapata y Pablo Touzón, dos brillantes analistas políticos, o sea son en total tres Ferraris coloradas, mapadres, además, del emprendimiento Panamá y Supernova.
Cabo suelto 4
En honor de los herederos profesionales directos de Lanata, los que trabajaron con él en medios electrónicos, Sietecase, Manguel, Tenenbaum, Oliván, Geuna, ninguno imita su extravagancia con la facha ni el lenguaje y, hasta donde pueden, están informados y se toman en serio el objeto de su trabajo. Solo encuentro algo verdaderamente familiar con el estilo Lanata en el periodista de C5N, Alejandro Bercovich que tutea a los espectadores en largos monólogos y les hace caritas que subrayan una desmesurada intención irónica; dice “mangos”, igualito que Jorge, como para que entendamos todos que se puede hablar de plata como en la feria; y hablaba, al menos hasta el año pasado, con un muñeco de peluche con el que sostenía un diálogo que tenía la misma falta de gracia que afectaron siempre a los sketches que Jorge se empecinaba en montar. Si no leí mal, su programa retoma hoy a las 23. Ojalá le encuentre la vuelta.
Cabo suelto 5
La coalición cultural del déficit (CCD) encuentra nuevos canales de difusión y ya no tiene que depender de La Cámpora, que fue la secretaría de Hacienda del campo cultural hasta hace un año. En eso la libertad claramente avanzó para bien. Actuar sin calcular lo que pensará Wado de Pedro de lo que hacemos es un diez. Ya hablamos varias veces del fenómeno de Fa!, que es una pyme que le va muy bien, y arrancó fondeada por Alberto, y ahora es libre, como las gallinas libres; y también de la Fed, la Feria de Editores de Libros, que tuvo gran éxito la última primavera con la motosierra ya encendida. La banda cultural no arriesga a romper la endogamia aún, son las mismas veinte manzanas que rodean psicológicamente a Marcelo T, pero abandonar el provincianismo puede llevar una generación. Drama nenhum. Nadie los corre. Como parte de esta lenta pero sostenida separación con los políticos, el miércoles se emitió el primer programa de Entrelibros, un show de entrevistas a escritores, en el streaming Blender. Lo conduce el galán Gonzalo Heredia que es muy lector, como Dua Lipa, y que está a punto de sacar nada menos que su tercera novela por Lumen del grupo Random House, o sea que es conductor pero también es uno de ellos. El programa tiene como decorado una biblioteca, muy buena idea, y el primer envío fue un embole importante, aunque lo miré haciendo ff, no da el tiempo para todo. No lo recomiendo, pero subrayo el enorme avance que representa.
Esta entrevista que hicieron los foristas Sebastián Zirpolo y Tomás Borovinsky en la Revista Supernova está buenísima aunque es para cortarse las bolas, la verdad.
Taller Shampoo.
Escribir ya sabe todo el mundo que fue a la escuela, así que por qué alguien gastaría tiempo yendo a un taller, y además pudiendo gastar el dinero en otras cosas.
Porque para ajustar cuentas, soltar pensamientos repetitivos, inconducentes, rearmarse después de una pérdida, salir de pobre, levantar la cabeza, mejorar la posición relativa en el mercado del amor hace falta un empujón, un grupo de control, no sentirse tan solo.
A lo que voy es que estoy armado la lista de buena fe apuntando a sostener los horarios de martes a las 18 y miércoles a las 9, siempre en Chacarita. Si alguien tiene un propósito, aunque este no sea blanco y puro, para escribir, y pasa un psicotécnico bien por arriba, y le interesa me manda mensaje a tallershampoo@gmail.com
Se puede apoyar el correo así tengo un 2025 como dios manda. ¡Cómo no!
El error es suponer que los obituarios en las redes sociales son de pésame hacia el muerto. Suelen ser una exaltación de aquel que postea y difunde su dolor. Una oda al narcisismo y una celebración de la vida del que postea. Más que el dolor expresa una victoria, un logro.
Por fin alguien que habla de lo horrorosos que son los obituarios en las redes sociales...